martes, 10 de marzo de 2015

 

ALEGRÍA

 

1 JUAN 1:1-4 Les anunciamos al que existe desde el principio, a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida. Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que Él es la vida eterna. Estaba con el Padre, y luego nos fue revelado. Les anunciamos lo que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo, Jesucristo. Escribimos estas cosas para que ustedes puedan participar plenamente de nuestra alegría. (N.T.V.)

 

©      De la alegría y el gozo contagioso que produce la experiencia de conocer a Jesús y compartir el evangelio.

 

Jesús nos llama a ser sus "testigos". Pero hay cristianos que piensan que necesitan habilidad o carisma excepcionales para poder comunicar las "buenas nuevas" a los demás. Sin embargo, testificar no es simplemente hablar del "plan de salvación" con alguien. La palabra significa literalmente ver, escuchar, o conocer por presencia y percepción personales; dar testimonio de; dar u ofrecer evidencia de algo. Cuando Juan escribió que lo que estaba compartiendo lo había experimentado por sí mismo, estaba diciendo:

©      "¡Estoy lleno de gozo por la experiencia de conocer a Jesús, y quiero invitarles a participar de ese gozo!"

 

Cuando usted está enamorado de alguien, se siente entusiasmado por la relación y el tiempo que pasan juntos. Asimismo, cuando usted está enamorado de Cristo, no se guarda para sí el gozo que surge de conocerle; este gozo se desborda, dando testimonio y fortaleciendo a otros creyentes. En realidad, al dar usted testimonio de quién es Dios y de qué manera está Él obrando en su vida, no importa si lo dice en voz baja o con gran exuberancia: en su espíritu, los cristianos estarán conscientes de un regocijo genuino y profundo en sus corazones, que va más allá de la felicidad natural. Y las personas que todavía no conocen al Señor, ansiarán tener la relación que usted tiene. De esa manera, se sentirán atraídas por el Espíritu de Dios en usted.

 

Ser testigo de Cristo no es asunto de elocuencia o talento, es un desborde de su relación con Dios que le conforma a imagen de Él.

 

CONFESIÓN DE FE:

CUANDO PERMITO QUE EL ESPÍRITU SANTO MUESTRE LA VIDA Y EL PODER DEL SEÑOR POR MEDIO DE MÍ, DEFINITIVAMENTE UN GOZO CONTAGIOSO DEBE SER EL FRUTO DE LA PRESENCIA DE DIOS EN MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Simchat Gili, Dios la Alegría de mi exaltación (Salmo 43:4). Mi amado Dios Todopoderoso, Tu El Fuerte, eres la fuente de tremenda alegría para mí. Gracias quiero darte hoy pues el gozo que la experiencia de conocerte y caminar contigo traen a mi vida, se hace evidente día a día y me facilita la misión clara que nos has dado de compartir el evangelio y, a la vez, esa alegría, ese gozo que contagia a mis semejantes. Gracias mi amado Rey y Señor por la oportunidad que me diste de conocerte, experimentarte y compartirte. Amén.


Juan Manuel Lamus O.