viernes, 3 de marzo de 2017

EN TODO

 

1 TESALONICENSES 5:16-19 Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. No apaguen al Espíritu Santo. (N.T.V.)


©  Dar gracias en toda circunstancia, un mandato difícil.

Algunos versículos, como los de hoy, son más fáciles de memorizar que de practicar. Dar gracias es fácil, pero dar gracias en toda circunstancia es una tarea casi imposible. La gratitud, a veces, parece fuera de lugar al considerar la intensidad del dolor o del malestar que estamos experimentando. Pero tenemos un Consolador que nos ayuda a practicar la gratitud en todas las situaciones, el Espíritu Santo.

 

El Espíritu Santo nos capacita para que hagamos lo que Dios pide, y nos enseña que el hábito de la gratitud es parte de su obra.

©  El Salmo 92:1,2 (NTV) dice:

"Es bueno dar gracias al Señor, cantar alabanzas al Altísimo. Es bueno proclamar por la mañana tu amor inagotable y por la noche tu fidelidad".

En otras palabras, debemos esperar y recordar constantemente su ayuda. Pero cuando los creyentes toman conciencia de situaciones dolorosas que no tienen una razón lógica para estar agradecidos, nuestro Consolador, el Espíritu Santo, da la motivación y las palabras adecuadas de gratitud.

 

Dar gracias en medio del dolor no se produce ni espontáneamente ni aparte de la oración. El pasaje que estudiamos hoy entrelaza las disciplinas del gozo, la oración y la acción de gracias ya que tanto el regocijo como la gratitud dependen de la comunicación regular con Dios. Una persona que no ora, se mantendrá demasiado abrumada por sus problemas. Hablar con el Señor obliga a los problemas a alejarse, para que puedan ser reemplazados por la paz que solo Él puede dar.

©  ¿Por qué nos dice el Señor que practiquemos la gratitud?

Porque sabe que cuando nos enfocamos en su actividad en nuestra vida, nuestro espíritu es fortalecido, entonces nos regocijamos más, oramos con mayor fervor y aprendemos a dar gracias siempre y en todo.

 

CONFESIÓN DE FE:

DARÉ GRACIAS A DIOS SIEMPRE Y EN TODO, SIN IMPORTAR CUÁL SEA LA CIRCUNSTANCIA POR LA QUE PUEDA ESTAR PASANDO. SÉ QUE PUEDO ESTAR GOZOSO AL MANTENER UNA COMUNIÓN CLARA Y CONSTANTE CON DIOS Y SU ESPÍRITU SANTO QUE ME ALIENTA Y ME CONSUELA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Tehilati, Dios de mi Alabanza (Salmo 109:1). Mi señor y mi Dios, Tú eres supremamente merecedor de toda nuestra adoración y alabanza, no solo por todo lo que haces por nosotros sino también por lo que eres para nosotros, la fuente del gozo y la alegría de nuestra vida, y por medio de tu Espíritu Santo, quien nos alienta y nos consuela en las circunstancias difíciles de nuestra vida. Por eso hoy quiero darte gracias en todo y por todo, pues sé que siempre estás listo para socorrerme. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu amor inagotable e incomparable. Amén.


Juan Manuel Lamus O.