miércoles, 13 de octubre de 2021

COMPLACIENTES

 

EFESIOS 5:1,2…8-10 Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son Sus hijos queridos. Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a Sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios… Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como gente de luz!  Pues esa luz que está dentro de ustedes produce solo cosas buenas, rectas y verdaderas. Averigüen bien lo que agrada al Señor. (NTV)

 

Complacientes: Hijos amados, agradables al Señor.

Nuestro llamado como cristianos es imitar a Cristo, ¡pero qué pisadas tan grandes dejó! El Padre Celestial testificó varias veces:

"Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia". (Mateo 3:17 RV60)

 

¡Es imposible llegar a ser como Él!

Afortunadamente, el Padre Celestial no espera que seamos perfectos como Jesús, ya que Él conoce las trabas que nos pone la debilidad de nuestra carne, Él nos ve como niños que están aprendiendo todavía.

 

¡¡¡Así como una madre se regocija por los primeros pasos de su bebé,

también nuestro Padre Celestial se deleita en nuestros primeros

pasos vacilantes de obediencia al procurar caminar con Él!!!

 

Entonces el objetivo es:

1.     El Crecimiento. Una vez que un niño aprende a caminar bien, el regocijo de sus padres cambia hacia logros más maduros, como correr. Igual nosotros, mientras sigamos creciendo en nuestra fe, nunca dejaremos de aprender nuevas formas de agradar a nuestro Padre Celestial. Él nos ama y pacientemente nos da ánimo en cada nivel de madurez que adquirimos.

2.    La Disposición de Corazón. Lo que es importante para el Señor, es la disposición de nuestros corazones. En medio de todas nuestras debilidades, fracasos y tentaciones, Él ve los deseos de nuestros corazones y sabe cuánto le amamos y queremos ser obedientes. Inclusive, cuando damos pasos en falso, Él nos ayuda y alienta con Su Palabra.

 

Muchos creyentes son más agradables al Señor de lo que piensan.

Si usted tiende a ser perfeccionista, dese tiempo para crecer, el Padre Celestial se lo da; por eso, véase a través de sus ojos y dispóngase a obedecerle.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL SEÑOR ESTÁ ESPERANDO MUCHO DE MÍ, NO PARA CONDENAR MIS ESFUERZOS, SINO PARA AYUDARME A CONVERTIRME EN LA PERSONA QUE ÉL QUIERE QUE SEA, ASÍ QUE ME ESFORZARÉ MÁS POR COMPLACERLO COMO HIJO AMADO QUE SOY.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo (Levítico 19:2). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, Tú eres único, especial, singular, pues no hay nadie ni nada como Tú, ni nunca lo habrá; eres distinto de todos y de todo; eres puro y libre de cualquier error. Es por eso por lo que hoy vengo a tu presencia en busca de imitarte en todos los aspectos de mi vida, de manera que sea el fiel reflejo del Cristo que mora en mí, en amor, bondad, rectitud y todos esos atributos y virtudes que solo Tú puedes disponer para mí; pero también con la intención de crecer a tu imagen y tener un corazón dispuesto a la obediencia sin condición. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por el modelo de vida que nos das para seguir y así ser complacientes al Padre Celestial; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri