miércoles, 2 de septiembre de 2015

FRUTO

 

ROMANOS 5:1-4 Así que Dios nos aprobó gracias a la fe, y ahora, por medio de nuestro Señor Jesucristo, hay paz entre Dios y nosotros. A través de la fe, Cristo nos ha traído al generoso amor de Dios que ahora disfrutamos, y estamos felices con la esperanza de compartir la gloria de Dios. Pero hay más, podemos sentirnos felices aun cuando tenemos sufrimientos porque los sufrimientos nos enseñan a ser pacientes. Si tenemos paciencia, nuestro carácter se fortalece y con un carácter así, nuestra esperanza aumenta (P.D.T.)

 

©  Del fruto espiritual de la paciencia.

La lista llamada "fruto del Espíritu" incluye la "paciencia" (Gálatas 5:22,23), pero eso no significa que el Espíritu Santo la impone en la vida del creyente. En vez de eso, Él actúa como nuestro maestro y el que hace posible nuestro crecimiento.

©  El fruto espiritual madura con el tiempo a medida que obedecemos al Señor.

 

La paciencia con Dios y con nuestro prójimo es la consecuencia natural de tener una fe cada vez más profunda. El Espíritu Santo impulsa a los creyentes a prestar atención a la obra del Señor en nuestra peregrinación por la vida. Nuestra confianza en Él se nutre por la oración contestada, las ricas bendiciones que surgen inesperadamente de las circunstancias difíciles y cada migaja de bien que Dios saca de una situación negativa. A medida que crece nuestra confianza en su bondad y en su soberanía, nos hallamos más dispuestos a esperar las soluciones y los resultados de Dios. Actuaremos sabiamente si aceptamos que nuestras vidas se desarrollan de acuerdo con su plan; nuestras manifestaciones de impaciencia no lo preocupan a Él en absoluto. Dios espera que sus hijos sigan su agenda y que practiquen paciencia, no importa el ritmo que Él fije.

 

La paciencia no es algo natural, es por eso que tenemos el Espíritu Santo. Él nos ayuda a soportar sin quejarnos cuando el avance parece lento; después de todo, Dios es lento solo desde el punto de vista humano; desde la perspectiva Divina, Él está trabajando siempre a la velocidad perfecta.

 

CONFESIÓN DE FE:

CREO, EN VERDAD, QUE RECONOCER LA SOBERANÍA DE DIOS ES CLAVE PARA DESARROLLAR PACIENCIA. UNA PARTE IMPORTANTE DE RENDIRSE A SU CONTROL ABSOLUTO, ES ESPERAR QUE ÉL HAGA SU VOLUNTAD.

 

ORACIÓN:

Espíritu Santo de Dios, El Rahee, Dios que me ve (Génesis 16:13). Dios mío, todo lo ves y todo lo conoces, Tu, Espíritu Santo eres quien nos convence de pecado, de justicia y de juicio. Hoy clamo a Ti para que nunca dejes de trabajar en mi vida, la cual yo someto a tu voluntad, a tu guía e instrucción permanente, para que la paciencia, como fruto del espíritu, sea totalmente evidente en mi comportamiento, mi conducta y mi manera de relacionarme con mis semejantes. Gracias te doy por ese poder infinito que me has dado para forjar mi carácter y poderlo llevar a la estatura y a la plenitud de Cristo Jesús. Gracias Espíritu Santo por tu guía y tu cuidado permanentes. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.