martes, 1 de agosto de 2017

BUENA NOTICIA

 

ROMANOS 1:16,17 Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles. Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios nos hace justos ante sus ojos, lo cual se logra del principio al fin por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: "Es por medio de la fe que el justo tiene vida". (N.T.V.)


©  ¿Se alimenta usted con la Palabra de Dios, para dar la buena noticia acerca de Cristo al mundo?

Las tormentas con relámpagos me cautivan; son un despliegue del maravilloso poder de Dios. Pero aun más maravilloso es algo que Él nos ha confiado: El evangelio.

Esta palabra proviene del griego "euangélion" que significa "Buena Noticia".

 

La salvación en Cristo es realmente una buena noticia, porque, aunque el pecado reina en el corazón del hombre, Dios puede derrotar las tinieblas y redimir nuestras almas. Este es el mensaje de la Biblia, desde la creación hasta la eternidad. En el libro del Génesis, vemos el amor de Dios para con el hombre, pero allí mismo también nos muestra cómo el corazón del Señor fue destrozado cuando el pecado entró en la humanidad por medio de la desobediencia de Adán y Eva. Estábamos perdidos hasta que Jesús tomó nuestros pecados sobre sí mismo. Como nuestro sustituto en la cruz, Él soportó la pena que merecíamos y venció a la muerte con su resurrección.

1. Piense en el Poder del Evangelio. La Palabra de Dios no es simplemente tinta en un papel; ella está viva y activa, y es más cortante que una espada de doble filo (Hebreos 4:12), con poder para transformar a cualquier persona.

2. Piense en lo que es capaz de hacer la Verdad Divina. Puede romper las cadenas del pecado, poner fin a la ansiedad y cambiar los corazones. También nos guía a la sabiduría y a tomar decisiones que dan vida. Tenemos acceso al mensaje más poderoso que existe.


©  ¿Cuál es su respuesta al evangelio?

El Señor nos dice que debemos meditar en la Palabra de Dios cada día y obedecerla con alegría, ya que es la fuente de vida para nuestras almas. También nos dice que compartamos la maravillosa noticia de la salvación con un mundo sufriente y perdido.

 

CONFESIÓN DE FE:

DEBIDO A TODO ESTO, NINGUNO DE NOSOTROS DEBE NEGARSE A COMPARTIR SU FE, NI LAS IGLESIAS DEBEN IGNORAR SU RESPONSABILIDAD DE IMPULSAR LA TAREA EVANGELÍSTICA CONFORME A LOS DESEOS DE NUESTRO REDENTOR.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Chaiyim, Dios Viviente (Jeremías 10:10). Mi Señor Jesús, eres el verdadero Dios; el Dios Vivo y el Rey Eterno. Hoy entiendo y estoy plenamente convencido que Tú eres el Mesías prometido, que vino para satisfacer las necesidades más profundas de mi vida. Confío en los méritos de tu muerte para darme el perdón de pecados. Confío en tu presencia resucitada y viviente, para darme la vida que es eterna. Entonces puedo enfrentarme a la vida con todos los recursos que Tú me prometes y así, proclamar esa maravillosa buena noticia, pues sé que este es el Evangelio que Tú quieres que nosotros, tus seguidores, prediquemos; por eso te pido hoy que nos ayudes, con tu poder, con tu sabiduría, pero especialmente con tu Santo Espíritu a ir y cumplir con "La Gran Comisión" que nos dejaste, sin reparos, sin temor ni condiciones. Gracias Padre Santo por escogernos para proclamar tu Evangelio, la Buena Noticia, a las naciones. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.