jueves, 13 de agosto de 2020

PERMANECE

 

HEBREOS 13:5-8 No amen el dinero, sino conténtense con lo que tienen. Porque Dios dijo: "Nunca te abandonaré ni te dejaré solo". Así podremos decir con seguridad: "El Señor es mi ayuda; no tendré miedo. ¿Qué daño puede hacerme un simple mortal?" Tengan en cuenta a sus líderes que les enseñaron el mensaje de Dios; piensen cuál fue el resultado de su buena manera de vivir e imiten su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. (PDT)

 

La convicción de que Dios nunca cambia, que Él permanece, es el fundamento de una fe inquebrantable.

 

Cuando surgen las tormentas de la vida, ¿cuál es su respuesta?

Algunas personas pierden el rumbo fácilmente.

A otras se les disocia el pensamiento cuando la duda y el temor invaden sus mentes.

Comienzan a preguntarse si el Señor realmente se preocupa por ellas.

Pero la Biblia nos dice inequívocamente que ¡sí se preocupa!

El pasaje que estudiamos hoy nos proporciona el fundamento de nuestra seguridad en los tiempos difíciles. En el Vs.8, se nos asegura que el Señor Jesús jamás cambia, su Ser, sus obras y sus palabras no cambian nunca. Para entender la importancia de esta constancia, imagine a un amigo que le parecía leal, pero de repente murmura de usted o le traiciona de alguna otra manera. Esa lealtad incierta y la violación de la confianza causan heridas dolorosas.

 

Todas las personas en algún momento nos defraudarán de una forma u otra,

el Señor Jesús es el único que nos ama de manera perfecta y constante

¡¡¡Así que anímese, Dios nunca cambia, Él permanece!!!

 

No importa lo que estemos enfrentando hoy, nuestro Padre Celestial sigue siendo Aquel cuya mano derramó bendiciones sobre nosotros en tiempos de felicidad, y es Quien nos fortalece, guía y sostiene en los días difíciles. Cada pasaje de la Biblia revela otra faceta de su carácter sin tacha, y somos amados con la misma fidelidad que Cristo mostró al morir por nosotros en la cruz del Calvario. Piense en los altibajos de la vida:

Cuando las situaciones le producen felicidad, ¿cómo imagina usted a Dios?

Cuando surgen las dificultades, ¿cambia su perspectiva?

 

CONFESIÓN DE FE:

AFORTUNADAMENTE, EN EL FLUJO Y REFLUJO DE LAS CIRCUNSTANCIAS, PUEDO AFERRARME AL SEÑOR JESÚS, CON LA SEGURIDAD Y LA CONVICCIÓN DE SU PERMANENCIA, PUES ÉL NUNCA CAMBIA.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor Nuestro, Jesús, Emanuel, Dios que está con nosotros (Mateo 1:23). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, gracias quiero darte hoy por tu promesa de permanencia, Dios que nunca se apartara de su creación eres Tú, el resplandor de la gloria de Dios y la representación exacta de su naturaleza. El fundamento de mi fe inquebrantable se basa en la verdad de tu deseo de estar con nosotros para ocuparte en todos los aspectos de nuestra vida, pues creo que nos has creado de tu naturaleza para compartirte con nosotros para siempre. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por permanecer siempre a mi lado y darme la seguridad de que te interesas y trabajas por mí; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.