jueves, 17 de enero de 2019

EXPECTATIVA

 

1 PEDRO 1:3-7 Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el Cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse. Por la fe que tienen, Dios los protege con Su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean. Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo. (NTV)

 

Nuestra expectativa se basa en una esperanza viva, Jesucristo.

Los creyentes hemos nacido a una esperanza viva; en cambio, las personas sin Cristo no tienen una base para sus deseos y expectativas. Muchas viven con un falso sentimiento de seguridad; creen que lo importante en esta vida es lo físico y lo material. Pero no hay ninguna seguridad en las cosas (1 Timoteo 6:9). Quienes corren tras la riqueza y la opulencia con preferencia a Dios, descubren que sus sueños no se cumplen, o que no satisfacen.

 

Los creyentes anclan su esperanza en la Sólida Roca que es Jesucristo (Salmo 18:2). Sus palabras son siempre verdaderas y sus promesas se cumplen invariablemente. A veces veo que una persona descarga sus deseos no cumplidos en Dios y luego se queja de que Él le falló. Pero los cristianos que hacen una petición y se someten siempre a la voluntad de Dios, tendrán respuesta: sí, no, o espera. El Señor no defrauda a quienes buscan hacer su voluntad. Pero no malentienda esta afirmación, puede ser que nos sintamos temporalmente decepcionados cuando algo que esperamos no está dentro del plan de Dios, pero Él no incumple la promesa de dar a sus hijos lo mejor (Isaías 48:17; 64:4). Cuando una puerta se cierra, hay otra a punto de abrirse con algo mejor detrás de ella. El Señor no puede ser superado en generosidad, lo que Él nos tiene reservado es mucho más de lo que podemos desear. La mejor opción para el cristiano es fijar su expectativa en el Señor Jesucristo. Acepta todo lo que se ajuste a la voluntad de Dios para tu vida, aléjate de todo aquello que no sea así y declara con fe:

"Yo sé que el bien y la misericordia de Dios me siguen todos los días de mi vida".

 

CONFESIÓN DE FE:

LAS CIRCUNSTANCIAS PUEDEN CAMBIAR, PERO CRISTO NUNCA CAMBIA, ÉL ES ESPERANZA VIVA QUE NUNCA DEFRAUDA PARA LOS QUE CONFIAMOS EN SU BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA VOLUNTAD. EN ÉL SE SUSTENTA MI EXPECTATIVA.

 

ORACIÓN:

Dios Padre, El Sali, Dios de mi Roca (Salmo 62:7). Mi amado Dios y Señor Jesús, Rey de reyes y Señor de señores, Adonai, en Ti tengo fundadas todas mis esperanzas, en la Roca Fuerte que eres Tú, estoy confiado plenamente en tu buena voluntad y buen juicio. Sé que Tú eres el mismo hoy y por los siglos de los siglos, y las promesas que haces son en Ti, si, y en Ti, amén. Gracias Padre Celestial, pues Tú en Jesucristo has deparado para nosotros una vida plena, llena de grandes bendiciones y una buena expectativa, pues en Él somos completos y mas que vencedores, y si Tú estas con nosotros ¿Quién contra nosotros?, gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.