martes, 7 de marzo de 2023

EN KOINONÍA

 

HEBREOS 1:1-3A Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo. El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su Palabra. (NTV)

 

De cómo permanecer en koinonía, es decir en comunicación, con el Señor Jesucristo a través del Espíritu Santo en nuestra vida devocional.

 

¡¡¡Dios habla y desea mantenerse en koinonía permanente con nosotros

mediante Su Amado Hijo Jesucristo por Su Palabra de poder,

y por Su Espíritu Santo en la intimidad de nuestra vida devocional!!!

 

Dios ha estado hablando de diversas maneras a lo largo de la historia. Sus profetas fueron inspirados por el Espíritu Santo para proclamar y escribir sus palabras, pero su máxima expresión vino por medio de su Hijo. Hoy, la mayoría de los creyentes reconocen que Dios habla básicamente a través de su Palabra escrita, pero la voz que dictó la Biblia no ha cesado. Mediante su Santo Espíritu, el Señor se comunica con todo creyente que aparta tiempo para escucharlo con un corazón abierto y receptivo; de ahí la importancia de hacer una pausa para pensar en lo maravilloso que es tener un Dios que le habla, no simplemente una deidad distante que da sus órdenes y reprende desde el Cielo, sino una que realmente quiere tener koinonía por medio de una conversación con nosotros, los que en Él creemos y en Él confiamos.

 

Pero ¿Por qué razón el Señor de toda la creación está dispuesto a hacer lo que sea para comunicarse personalmente con cada uno de nosotros? Porque:

1.     Dios le ama y desea tener una relación con usted.

2.    Él quiere que usted le conozca personalmente mediante una comunicación íntima.

3.    El Señor anhela animarle a confiar en Él. A medida que usted ve que las palabras de Dios se cumplen, su fe se fortalece.

4.   Él quiere guiarle. El Señor tiene un propósito maravilloso para su vida, y está dispuesto a guiar sus decisiones y acciones para que pueda experimentar todo lo que Él ha dispuesto.

 

En nuestro ajetreado mundo, es fácil no apreciar este invaluable privilegio de la comunicación con Dios. Si estamos demasiado ocupados o distraídos para escuchar, nos privaremos de las riquezas de una relación en koinonía con Dios, la cual está al alcance solo de quienes tienen oídos y corazones receptivos hacia Él.

 

CONFESIÓN DE FE:

DISPONDRÉ AHORA MISMO EL TIEMPO NECESARIO PARA ESTABLECER LA COMUNICACIÓN CON DIOS QUE ÉL QUIERE, CON UN CORAZÓN Y OÍDOS ABIERTOS Y RECEPTIVOS, ES DECIR EN KOINONÍA ÍNTIMA A TRAVÉS DEL MOVER DEL ESPÍRITU SANTO EN MI VIDA DEVOCIONAL.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Mikarov, Dios que está cerca (Jeremías 23:23). Mi amado Dios Todopoderoso, hoy quiero darte las gracias por poder ver, hablar, sentir y oír esta mañana, con mis cinco sentidos intactos, con todo mi amor y mi fe plena puesta en Ti, en tu amado Hijo Jesús y en el Espíritu Santo. Soy bendito porque Tú eres un Dios comprensivo, misericordioso, contenedor, amoroso y de perdón. Todo esto me lo has hecho saber hablando a mi corazón, pues Tú eres ese Dios grande que habla a los que en Ti confiamos, te pido Señor que nunca dejes de hablarme pues yo estaré siempre atento a tus oportunas y sabias palabras. Gracias Padre Santo por estar en koinonía permanente conmigo, comunicándote íntima y constantemente; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri