jueves, 11 de agosto de 2016

RENUNCIA

 

GÉNESIS 22:1-3 Tiempo después, Dios probó la fe de Abraham.

-  ¡Abraham!, lo llamó Dios.

-  Sí, respondió él, aquí estoy.

-  Toma a tu hijo, tu único hijo, sí, a Isaac, a quien tanto amas, y vete a la tierra de Moriah. Allí lo sacrificarás como ofrenda quemada sobre uno de los montes, uno que Yo te mostraré.

A la mañana siguiente, Abraham se levantó temprano. Ensilló su burro y llevó con él a dos de sus siervos, junto con su hijo Isaac. Después cortó leña para el fuego de la ofrenda y salió hacia el lugar que Dios le había indicado. (N.T.V.)


©  De las recompensas de la renuncia.

Aunque muchas veces es una lucha ponerlo todo a los pies de Cristo, una cosa que he aprendido es que usted no tiene que entender cómo Dios va a realizar sus planes.  Lo único que Él le pide es que rinda su voluntad a la suya, y que confié en que Él le mostrará el camino (Proverbios 3:5,6). La disposición de Abraham de renunciar a lo de más valor para él, provenía de su fe inquebrantable en la fidelidad del Señor.

 

Sin embargo, si usted le dice "No" a Dios porque Él no le ha explicado la razón por la que quiere que haga algo, entonces usted se estará privando a sí mismo de la bendición. Pero cuando le dice "Sí", Dios derrama su bondad y recompensa su obediencia. Lo que importa más que las bendiciones materiales, son las cosas que Él nos está enseñando espiritualmente. Tenga presente que su manera de recompensar no es como la de un padre que le niega algo a su hijo hasta que éste haga lo que él le pide. En realidad, obedecer al Señor nos posiciona para recibir lo que Él ya está tratando de darnos, lo que ya ha determinado para nosotros y para lograr nuestros propósitos. Por eso, cuando no confiamos en Él y nos negamos a hacer lo que dice, somos nosotros los que decidimos rechazar las bendiciones.

©  ¿Qué le ha dicho Dios que haga?

©  ¿Ha estado cooperando solo a medias?

©  ¿O, como Abraham, ha renunciado a su necesidad de entender las razones para obedecer totalmente?

Si el Señor le dice que dé más de lo cree que puede dar, sepa que Él proveerá lo que necesita con toda seguridad. Ya sea que todo marche bien o que se le haya abierto el piso bajo sus pies, Él es siempre fiel. Usted puede descansar en la seguridad de que el Todopoderoso cumplirá su Palabra eterna.

 

CONFESIÓN DE FE:

NO ME AFERRARÉ A NADA QUE DIOS ME PIDA, RENUNCIARÉ A LO QUE SEA NECESARIO, YA QUE CUANDO ÉL ME PIDE ALGO ES PORQUE ME DARÁ UNA BENDICIÓN MAYOR, Y ESTOY CONVENCIDO QUE ÉL SIEMPRE CUMPLE SU PALABRA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Olam, Dios Eterno (Génesis 21:33). Señor Jesús, Simiente de Abraham (Gálatas 3:16), por quien yo soy también coheredero de la promesa. Hoy clamo a Ti, ayúdame a aceptar tus pedidos y a renunciar, a separarme de personas, sueños, proyectos y planes que no encajan en tu santa y bendita voluntad para mi vida, pues se que por el hecho de ser partícipe del Pacto que hiciste con mis antepasados puedo reclamar mi parte en la tierra prometida. Gracias Padre Celestial por hacerme coheredero juntamente con Cristo Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.