martes, 9 de junio de 2015

INTIMIDAD Vs. SOLEDAD

 

JUAN 16:32,33 Ahora estamos seguros de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte; por eso creemos que has venido de Dios. Jesús les contestó:

-       ¿Ahora creen? Pues miren, se acerca el momento, mejor dicho, ha llegado ya, en que cada uno de ustedes se dispersará por su lado y me dejarán solo. Aunque Yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.  Les he dicho todo esto para que, unidos a mí, encuentren paz. En el mundo tendrán sufrimientos; pero ¡ánimo!, Yo he vencido al mundo. (B.L.P.H.)

 

©      La soledad solo se puede contrarrestar en la intimidad con Dios, sin importar la clase de ella que creamos estar viviendo.

Esta es La breve nota que escribió una muchacha discapacitada, en verdad decía mucho, aunque era corta: Soy una persona incapacitada en una silla de ruedas. Me siento sola, a pesar de que sé que nunca estoy sola, pues Dios siempre está presente, no tengo mucha gente con quien hablar. (Anónimo)

 

La palabra soledad ha sido considerada la más desolada del idioma español; ella no respeta edad, raza, condición económica ni inteligencia.

Albert Einstein dijo:

"Es extraño ser conocido universalmente, y al mismo tiempo sentirse solo".

Dios nos hizo para la intimidad y la compañía con Él y con otras personas. Incluso antes que el pecado entrara en el mundo, declaró que no era bueno que el hombre estuviera solo y entonces creo la compañía y ayuda idónea para el hombre (Génesis 2:18). Es por eso que mucha gente a menudo se siente tan vacía por dentro.

Jesús también conoció la soledad, seguro que la sintió cuando sus discípulos lo abandonaron (Marcos 14:50). Sin embargo, la presencia del Padre Celestial lo compensó de más, pues Jesús dijo:

"Yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo". (Vs.32B)

 

Esa intimidad con el Señor está disponible a todos los creemos y ponemos nuestra confianza en Él y en su Palabra. Podemos disminuir nuestra sensación de soledad acercándonos a los demás, pero incluso más importante es que debemos acercarnos al Señor, en la intimidad con Él podemos vencer la aparente soledad.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL SEÑOR SIEMPRE ESTÁ CON NOSOTROS, Y DESEA QUE TENGAMOS COMUNIÓN CON ÉL, ENTONCES ASÍ LO HARE, LO BUSCARE EN INTIMIDAD Y ASÍ VENCERÉ LA SOLEDAD QUE PUEDA EXPERIMENTAR EN MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros (Isaías 7:14). Dios y Señor mío, se que tu deseo es estar con nosotros, que nos has creado de tu naturaleza para compartirse con nosotros para siempre, y has prometido que estarás con nosotros hasta el fin del mundo y que iras con nosotros donde quiera que vayamos, así que yo lo creo y me apropio de esa promesa, de manera que pueda vencer la soledad que en algún momento o circunstancia me pueda embargar. Tu eres el Dios Omnipresente, por tanto se que está asegurada tu compañía, para los que creemos, en todo tiempo y lugar y te buscamos en la intimidad. Gracias Espíritu Santo de Dios por tu compañía y cuidado permanentes. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.