martes, 28 de febrero de 2023

KOINONÍA = COMUNIÓN ÍNTIMA

 

SALMO 25:14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto. (RV60)

PROVERBIOS 3:32 …porque el Señor abomina al perverso, pero su íntima comunión es con los rectos. (RVA'15)

 

De la koinonía como comunión íntima con el Señor, y que entonces se hace evidente también entre los hermanos de una comunidad espiritualmente sana y saludable.

 

Hay una palabra en el Antiguo Testamento que se refiere a la comunión de la que hemos estado hablando y está contenida en el término o la palabra hebrea "sod" (Diccionario Strong-5475). Este término denota varias cosas o significados: secreto, amistad, compañía, congregación, relación estrecha y conocimiento íntimo; y solo se usa dos veces en la Biblia con esa connotación de intimidad, y es precisamente en los dos versículos que estudiamos hoy. Esa comunión íntima de Dios con el cristiano, con sus verdaderos seguidores, se traduce en la comunión que tú y yo tengamos con nuestros hermanos en la fe. Pues como bien dice el apóstol Juan:

"Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad". (1 Juan 1:6 RV60)

 

Entonces podemos decir una vez más que, no hay verdadera koinonía si no tenemos comunión íntima primeramente con Dios y luego con nuestros hermanos en la fe, y es por eso que el perdón de Dios está también condicionado a cómo perdonamos nosotros a quienes nos ofenden. Hasta aquí ha sido maravilloso el ver un aspecto más amplio de un concepto que ha sido manejado de manera tan superficial, y creo que hemos entendido que:

 

¡¡¡Nos es necesario cultivar una comunión íntima con Dios para que la koinonía 

con nuestros hermanos no dependa de circunstancias externas, sino que

se sustente en cosas tan inconmovibles como la fe y el amor a Dios!!!

 

Ahora, la próxima vez que celebremos la Santa Cena del Señor o nos reunamos todos a adorar, a recibir la Palabra, a contribuir, a ofrendar, a compartir o a servir, miremos más allá de lo tangible, para celebrar por siempre nuestra koinonia en el Señor.

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ, DE AHORA EN ADELANTE, CON DILIGENCIA Y MUCHO AMOR, CULTIVAR NO SOLO MI RELACIÓN ÍNTIMA CON EL SEÑOR, SINO TAMBIÉN CON MIS HERMANOS EN LA FE, Y TAMBIÉN PROCURARÉ INFLUENCIAR MI ENTORNO PARA QUE LO CONOZCAN Y LO DISFRUTEN EN ESE TIPO DE COMUNIÓN ÍNTIMA, ES DECIR EN VERDADERA KOINONÍA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial; El Kjesed, Dios de Amor Fiel e Inagotable (Éxodo 20:6; Salmo 25:6). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, hoy sé, y porque lo experimento a diario, que Tú tienes una predisposición incondicional y altamente favorable hacia los que en ti creemos y en Ti confiamos, y es un Amor, misericordia, bondad, lealtad y fidelidad sin medida. Un amor que asume obligaciones que Tú mismo has elegido voluntariamente. Por eso vengo hoy a tu presencia a darte gracias, pero también a pedirte que me ayudes, por medio de la impartición de esa virtud a mi corazón, para que yo pueda también manifestar esa misma clase de amor a mis semejantes, que mi relación con ellos tenga base en la relación íntima que he establecido y que cultivo contigo, y en la fe inconmovible que me hace ser un convencido de que esa koinonía es posible con todos mis hermanos. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo, por modelarme esa koinonía, esa relación íntima con Dios Padre; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri