lunes, 18 de abril de 2022

AUTENTICÓ

 

1 PEDRO 1:3-5 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo que, por Su inmenso amor y mediante la resurrección de Jesucristo triunfante de la muerte, nos ha hecho renacer a una esperanza viviente, a una herencia incorruptible, inmaculada e imperecedera. Una herencia reservada en los Cielos para ustedes a quienes el poder de Dios asegura, mediante la fe, la salvación que ha de revelarse en el momento final. (BLPH)

 

El hombre digno de nuestra esperanza, Jesús, Quien autenticó Su ministerio y nuestra segura herencia con la resurrección.

 

El tema de la resurrección de Cristo no es cuestionable teológicamente. Hay muchos que piensan que es suficiente creer que vivió y murió. Pero la restauración a la vida del Salvador es fundamental para lo que Él dijo sobre su identidad, y para el cristianismo como fe. Es entonces que tenemos que preguntarnos:

🤷🏻 ¿Qué hombre es éste que resucitó de los muertos?

La respuesta es que Jesucristo es el Hijo de Dios, quien murió por nuestros pecados y resucitó, porque la muerte no tenía poder sobre Él.

 

1.     La resurrección autenticó todo el ministerio de Jesucristo.

Él dijo e hizo cosas, desde el principio, para revelarse como Señor. Cuando el Cordero de Dios, el sacrificio perfecto por el pecado venció la muerte, confirmó su identidad.

¿Quién sino el Creador podía volver por sí mismo a la vida?

 

2.    La resurrección hace que sea digno de nuestra esperanza.

Podríamos también responder la pregunta diciendo que la clase de hombre que regresa de entre los muertos es digno de nuestra esperanza. Puesto que Jesucristo confirmó el poder de Dios para dar vida eterna a Sus seguidores, Su existencia terrenal no marcha hacia un fin, sino que es el primer capítulo de una hermosa e infinita relación con Dios. Pablo dijo que, en la muerte los cristianos están ausentes de sus cuerpos y presentes al Señor (2 Corintios 5:8).

 

Así que lo mejor está por venir.

 

¡¡¡Aparte de la resurrección del Señor Jesús, no hay esperanza!!!

Quienes van tras su propia versión de inmortalidad no tienen ninguna

seguridad de vida después de la muerte, porque no hay ninguna

 

CONFESIÓN DE FE:

LOS CREYENTES ENFRENTAMOS LA MUERTE CON LA CONFIANZA DE QUE NADA PUEDE SEPARARNOS DEL AMOR DE DIOS. ELLA ES APENAS UN CORTO VIAJE AL HOGAR CELESTIAL, JESÚS ES EL HOMBRE DIGNO DE NUESTRA ESPERANZA GRACIAS A SU RESURRECCIÓN.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor nuestro, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (Salmo 25:5). Dios y Señor mío, yo sé que la salvación está en una persona, en Ti Jesús, no en un sistema de creencias o de buenas obras; y que la naturaleza y voluntad de Dios Padre es salvar lo que se había perdido; que la salvación debe ser personal, y que el Todopoderoso debe ser el Dios de mi salvación. Es por eso por lo que puedo citar al salmista cuando dice: "Guíame y enséñame Tu verdad, porque Tú eres mi Salvador y en Ti pongo siempre toda mi esperanza" (Salmo 25:5 PDT). Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo por tu resurrección y por ser digno de mi esperanza, la cual un día se convertirá en experiencia al verte cara a cara; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri