ALIVIANDO
GÁLATAS 6:2-5 Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo. Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante. Presta mucha atención a tu propio trabajo, porque entonces obtendrás la satisfacción de haber hecho bien tu labor y no tendrás que compararte con nadie. Pues cada uno es responsable de su propia conducta. (N.T.V.)
© De cómo dar sin esperar… comienza a practicarlo en esta navidad.
© Historia de la vida real:
Thomas Samson era un minero galés. Todos los días dedicaba largas horas al duro trabajo en la mina, con su vida en constante peligro, a cambio de un magro salario. Cierto día, el capataz de la mina le dijo:
- Thomas, se ha producido una vacante en un trabajo más liviano en la superficie. Trabajarías menos y pagarían más. ¿Te interesa?
- Sí, por supuesto, respondió Thomas.
- ¡Claro que me interesa, señor! Sin embargo, ¿podría ofrecerle el trabajo a mi amigo Tregony? Él no es tan fuerte como yo y temo que el trabajo en la mina acorte sus días. No quiero perder a un amigo. ¿Podría ocupar él ese puesto del que me habla?
Al capataz lo conmovió la generosidad de Thomas y le dio el trabajo a Tregony. Thomas siguió trabajando duro, y no bien se produjo otra vacante en la superficie, el capataz enseguida se lo comunicó a Thomas, que esta vez sí aceptó el ofrecimiento.
© Thomas y Tregony trabajaron juntos durante veinte años.
Cuando uno se brinda con generosidad por otra persona, obtiene una buena reputación. Y seguramente luego sobrevendrá un ascenso, y seguramente de parte de Dios, esos ascensos serán sobreabundantes en bendiciones y paz interior, no solo con uno mismo, sino con sus semejantes. Esta es una buena época para comenzar, si todavía no lo haces, a soportar las cargas de nuestros semejantes, estoy seguro que Dios siempre nos dará oportunidades de hacerlo, lo único que tenemos que hacer es aprender a reconocerlas.
CONFESIÓN DE FE:
NO ES INÚTIL EN EL MUNDO AQUEL QUE ALIVIA LA CARGA DE OTRO, POR ESO ME PROPONGO PRACTICARLO, NO SOLO EN NAVIDAD, SINO ASUMIRLO COMO ESTILO DE VIDA.
ORACIÓN:
Señor Jesús, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Gracias Padre Celestial pues eres un Dios misericordioso, Tu naturaleza es de amabilidad, estás lleno de compasión y sentimiento por Tu pueblo y completamente libre de crueldad o mezquindad. Esos atributos Tuyos quiero poner en práctica hoy, cuando me llamas a aliviar las cargas de mis semejantes, yo quiero Señor, pero te pido que me des las fuerzas y un corazón tan generoso como el Tuyo para hacerlo como estilo de vida y así cumplir con uno de los principales propósitos que has deparado para mi vida. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por tu modelo de misericordia y compasión incondicionales. Amén.
Juan Manuel Lamus O.