martes, 10 de octubre de 2017

DESAFIADOS

 

1 JUAN 5:14,15 La seguridad que tenemos al estar unidos a Dios es esta: Dios escucha nuestras oraciones cuando le pedimos conforme a su voluntad. Puesto que sabemos que Dios nos oye, tengamos la certeza de que Él nos dará cualquier cosa que le pidamos. (P.D.T.)


©  Somos desafiados a tener seguridad y confianza en la oración.

A lo largo de toda la Biblia, somos desafiados a orar:

Ø  En el Sermón del monte, Jesús dice a sus discípulos que sigan pidiendo, buscando y llamando con la confianza de que el Padre Celestial dará cosas buenas a sus hijos (Mateo 7:7-11).

Ø  Y en Filipenses 4:6, Pablo nos exhorta a orar sin cesar.

 

Por tanto, es obvio que Dios quiere que vengamos a Él con todas nuestras necesidades y preocupaciones. El pasaje que estudiamos hoy nos asegura que el Señor escucha y responde nuestras oraciones. Pero esta promesa es acompañada por una condición:

©  Debemos pedir de acuerdo con la voluntad de Él. Sin embargo,

©  ¿Cómo podemos saber si nuestra petición es lo que Él desea?

 

Gran parte de la voluntad de Dios está indicada claramente en la Biblia. Aunque nos gustaría estar seguros de que el Señor escuchará y responderá, a veces nuestras oraciones parecen disparos a ciegas, porque no tenemos idea de si armonizan con su voluntad. Si nos atrevemos a reconocerlo, también hay momentos en los que solo queremos que Dios haga lo que le pedimos, sin reparar en lo que Él desea. Si queremos orar de manera eficaz, nuestra meta no debe ser ofrecer oraciones rápidas, irreflexivas o egoístas con la esperanza de recibir respuestas rápidas. Por el contrario, debemos aprender a orar con sabiduría y paciencia. Además de expresar nuestras preocupaciones y peticiones a Dios, debemos ofrecernos a nuestro Padre, como lo hizo Jesús en Getsemaní (Mateo 26:39). Cuando nos rendimos al Señor y somos obedientes a Él, su Espíritu nos guía y nos da la sabiduría que necesitamos para orar de acuerdo con su voluntad.

 

CONFESIÓN DE FE:

LEVANTARÉ MIS ORACIONES AL CIELO CON LA PLENA SEGURIDAD DE QUE DIOS LAS ESCUCHA, PERO TAMBIÉN QUE LO HACE PORQUE ESTÁN DE ACUERDO CON SU VOLUNTAD PARA MI VIDA, ENTONCES ACEPTO EL DESAFÍO DE CONFIAR EN SU RESPUESTA, ASÍ NO SEA LA QUE ESPERO.

 

ORACIÓN:

Dios, Padre de Misericordia, El Emunah, Dios Confiable (Deuteronomio 32:4). Dios y Señor nuestro, eres completamente confiable, se puede confiar en Ti completamente, en esta vida y en el destino eterno. Es por eso por lo que hoy quiero acercarme a tu Presencia en plena convicción y seguridad de que estás ahí y escuchas con suma atención mi súplica, mi oración, y te pido hoy, desde lo más profundo de mi corazón, que me reveles, especialmente por medio de tu poderosa y sabia Palabra, tu voluntad perfecta para mi vida, de manera tal que pueda alinear mis peticiones y mi clamor a ella, pues no quiero nada que no sea lo que Tú quieres para mí, pues es la única forma de estar seguro que se podrá cumplir ese gran propósito que tienes para mi vida. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.