viernes, 4 de marzo de 2016

DESPERTAR

 

2 TIMOTEO 1:6-8 Por eso, te recuerdo el deber de reavivar el don que Dios te otorgó cuando impuse mis manos sobre ti. Porque no es un espíritu de cobardía el que Dios nos otorgó, sino de fortaleza, amor y dominio de nosotros mismos. Así que no te avergüences de dar la cara por nuestro Señor y por mí, su prisionero; al contrario, sostenido por la fuerza de Dios, sufre juntamente conmigo por la propagación del mensaje evangélico. (B.L.P.H.)

 

©  No dejemos que se apague el fuego y la pasión, mantengámoslo avivado, tenemos que despertar para resucitar al mundo.

Cierto día el silencio me despertó a las 5:30 una mañana. No se escuchaba el zumbido de los apartaos eléctricos a mi alrededor, ni el tranquilizador murmullo de la nevera en el primer piso. Un vistazo por la ventana confirmó que un apagón había dejado a nuestro vecindario sin electricidad, justo cuando la gente se preparaba para ir a trabajar. Me di cuenta de que los relojes despertadores no iban a sonar, y no íbamos a tener TV para ver las noticias, no tendríamos internet, ni como acceder a las redes sociales, ni como cargar los celulares. Las cafeteras, tostadoras, secadores de pelo y muchos teléfonos serían totalmente inservibles. Comenzar un día sin electricidad, sin luz, era simplemente un inconveniente y una interrupción de la rutina, pero parecía todo un desastre.

Entonces pensé en las muchas veces que comienzo el día apresuradamente sin electricidad espiritual. Paso más tiempo leyendo mensajes en las redes que la Biblia. Los programas de radio sustituyen al Espíritu. Reacciono ante las personas y circunstancias difíciles con un espíritu de temor y no con el espíritu de poder, de amor y de dominio propio que Dios nos ha dado. Debo parecer tan desaliñado espiritualmente como una persona que se viste y se arregla en la oscuridad. Nuestro apagón fue corto, pero queda la lección de mi necesidad de comenzar cada día buscando al Señor, su luz y su gozo, que es mi fortaleza.

 

Su fortaleza no es simplemente para que triunfemos y estemos bien, sino para que reflejemos a Cristo viviendo en su poder, manteniendo vivo el fuego del Espíritu Santo en nuestro ser, de manera que podamos impactar el mundo con fuego y pasión, entonces necesitamos un avivamiento personal.

©  El mundo necesita ser resucitado, pero para eso nosotros, la iglesia de Cristo, necesitamos un despertar, ser avivados.

 

CONFESIÓN DE FE:

BUSCARÉ DE MADRUGADA LA PRESENCIA DE DIOS PARA MI VIDA Y AJUSTARME A SUS PLANES  Y PROPÓSITOS PERFECTOS, DE MANERA QUE EL FUEGO Y LA PASIÓN SEAN AVIVADOS EN MÍ PARA IMPACTAR AL MUNDO.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, El HaGadol, El Gran Dios (Deuteronomio 10:17). Dios y Señor mío, Tú eres grande en muchas maneras, tu naturaleza, tus atributos, tus obras y tu misma grandeza, tus atributos son inmensurables e incomparables. Por eso hoy quiero darte gracias Señor Jesús, pues Tú eres mi aliento para vivir y ejecutar una vida de acuerdo a tus planes y propósitos. Tú has puesto en mi un espíritu de amor, poder y dominio propio, así que siempre estas cuando te busco, tu Presencia es indispensable para mí y sé que al buscarla como prioridad todo lo demás será añadido, pues Tú así lo prometiste, y yo lo creo, y lo traigo a mi presente. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo pues Tú eres el objeto de mi despertar, de mi avivamiento. Amén.

Juan Manuel Lamus O.