SER BONDADOSOS
LEVÍTICO 23:22 (PDT)
"Cuando recojan la cosecha de su tierra, no cosechen hasta el último rincón de su terreno, ni vuelvan a cosechar los restos de la cosecha, dejen eso para el pobre y el inmigrante, porque Yo Soy el Señor su Dios".
♥ No escatimemos en los esfuerzos para ser siempre bondadosos, esto es evidencia de una vida cristiana conforme al corazón de Cristo.
¡¡¡La bondad es la cualidad de hacer el bien de forma natural, con amabilidad,
generosidad y compasión hacia los demás, caracterizada por una tendencia
a ayudar y a mostrar consideración por el bienestar ajeno!!!
Un axioma popular de hoy en día dice que no debemos "escatimar" en la vida. Una antigua ley bíblica, contenida en el versículo que estudiamos hoy, también podría resumirse como una aplicación diferente de estas palabras. Dios dio muchos mandamientos al antiguo Israel; y este puede ser confuso para las personas que no viven en una sociedad agraria. Se puede resumir este mandamiento así:
🚫 ¡No escatimes esfuerzos!
A los israelitas se les ordenó que no recogieran completamente sus cosechas. Dios quería que una parte quedara en los campos y disponible para que los pobres la recogieran. Rut, la heroína bíblica se benefició de esta ley (Rut 2:2-3). Y existe, para los verdaderos seguidores de Jesucristo, una aplicación moderna de esta ley antigua.
☝🏼 Pero, ¿cómo se aplica esta ley bíblica para una sociedad agraria, a los cristianos de hoy? La mayoría de la gente no tiene granjas o fincas; entonces la pregunta es:
☝🏼 ¿Cómo podemos evitar escatimar esfuerzos hoy en día?
La respuesta se hace aparente cuando entendemos el principio detrás de la ley. El antiguo Israel no debía olvidar a los menos afortunados y pobres; los ciudadanos de esta nación debían tomar medidas para cuidarlos. Aunque la mayoría de nosotros no podemos aplicarlo de la misma manera que lo hicieron los israelitas, todavía podemos aplicar el principio hoy en día de dos maneras esenciales:
1. Ayudar a los necesitados. En la parábola del buen samaritano, leemos cómo dos líderes religiosos no ayudaron a un hombre necesitado mientras que un samaritano lo hizo (Lucas 10:29-37). El samaritano, miembro de un grupo despreciado por los judíos, tuvo compasión y lo demostró con sus acciones. El giro inesperado de la parábola fue que los religiosos no pusieron en práctica su religión. Pero ¿Qué hay de nosotros? ¿Nos hacemos los de la vista gorda ante los necesitados, o activamente estamos buscando ayudarlos? El apóstol Santiago advirtió que debemos demostrar nuestra cristiandad a través de nuestras acciones, no sólo de nuestras palabras (Santiago 2:14-17). Debemos hacer esto sin buscar el reconocimiento de otros (Mateo 6:3). Aunque nuestras buenas obras no sean vistas ni apreciadas, debemos hacer el bien porque hacerlo es agradable a Dios. (Gálatas 6:9; Hebreos 13:16; 2 Tesalonicenses 3:13)
2. Estimar a los demás más que a uno mismo. En la base de ayudar a los demás está el tener un corazón para no escatimar esfuerzos. La naturaleza humana es egoísta; pero Jesucristo nos desafía a superar esta tendencia natural al tener un corazón que nos lleve a "amar a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:39). Debemos amar a los demás tanto como a nosotros mismos. De hecho, el apóstol Pablo escribió que debemos estimar "cada uno a los demás como superiores" a nosotros mismos, porque así es como Jesucristo piensa. (Filipenses 2:3-5)
♥ Así que, recuerde este otro significado en el axioma ¡No escatime esfuerzos para ser bondadoso!, ayudando a los necesitados y estimando a los demás más que a usted mismo.
CONFESIÓN DE FE:
PROCURARÉ CON UN CORAZÓN ALINEADO A LA BONDAD QUE EL SEÑOR JESUCRISTO ME MODELA, Y CON DILIGENCIA, NO ESCATIMAR ESFUERZOS PARA SER BONDADOSO, DE MANERA ESPECIAL EJERCITANDO ESTAS DOS RECOMENDACIONES PARA HACERLO HOY EN DÍA.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Rachum, Dios Misericordioso (Deuteronomio 4:31). Mi amado Dios y mi Señor, Jesucristo, sé que Tú tienes un corazón misericordioso y bueno, y que está lleno de compasión y sentimiento por tu pueblo. Por eso hoy quiero darte gracias, y por tu poderosa Palabra, la cual nos enseña a vivir siendo bondadosos como Tú, sin escatimar esfuerzos para ello, por lo tanto procuraré siempre alinearme a ella y aplicarla en mi vida cotidiana, para lograr ser bondadoso como principio de vida, que de testimonio del Cristo que mora en mí e impacte vidas de manera contundente por medio de tu Espíritu Santo. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri