martes, 31 de mayo de 2016

HÁBITOS

 

HEBREOS 5:12-14 Hace tanto que son creyentes que ya deberían estar enseñando a otros. En cambio, necesitan que alguien vuelva a enseñarles las cosas básicas de la Palabra de Dios. Son como niños pequeños que necesitan leche y no pueden comer alimento sólido. Pues el que se alimenta de leche sigue siendo bebé y no sabe cómo hacer lo correcto. El alimento sólido es para los que son maduros, los que a fuerza de práctica están capacitados para distinguir entre lo bueno y lo malo. (N.T.V.)


©  De la práctica de buenos hábitos para madurar.

Los creyentes estamos en un camino de crecimiento continuo en el que no llegaremos a ser perfectos. Sin embargo, tenemos la responsabilidad de perseverar en busca de madurez. Aunque muchas personas creen que quienes saben mucho acerca de la Biblia son maduros espiritualmente, el verso 14 del pasaje que estudiamos hoy añade el elemento de la práctica al factor del crecimiento. Esta palabra significa costumbre o hábito.


©  El crecimiento cristiano exige la disciplina de tener cada día hábitos agradables a Dios.

1. Tiempo Devocional.

La práctica más importante de cultivar es el tiempo devocional. Puesto que Dios es la fuente de todo crecimiento espiritual, usted no puede olvidarse de Él y esperar madurar. La transformación se inicia con el tiempo dedicado a la lectura y estudio de su Palabra, a la oración, la contemplación y la adoración.

2. La Obediencia.

La obediencia es otro elemento esencial para progresar. Cuando nuestro deseo de obedecer al Señor es más fuerte que nuestra atracción por el pecado, avanzaremos en nuestra vida espiritual.

3. Ser guiado por el Espíritu Santo.

En términos de desarrollo físico, el objetivo es llegar a ser más independientes y autosuficientes a medida que envejecemos. Pero en la esfera espiritual es todo lo contrario. Quienes maduran en Cristo reconocen su propia incompetencia y se apoyan en el Espíritu Santo que vive en ellos. Su trabajo es transformar nuestro carácter y capacitarnos para realizar todo lo que el Señor nos llame a hacer.

 

Envejecer no significa madurez a los ojos de Dios. Al estudiar la Palabra y desarrollar hábitos correctos, podremos usar nuestros años para crecer en el Señor, en vez de desperdiciar el tiempo.

 

CONFESIÓN DE FE:

NADIE MADURA POR ACCIDENTE, SE QUE EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL REQUIERE LA BÚSQUEDA CONSTANTE DE DIOS, PARA SEGUIR EL MODELO DE JESÚS Y LA GUÍA PERMANENTE DEL ESPÍRITU SANTO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Elohim, El Señor Dios (Génesis 2:4). Dios mío, tu Presencia en mi vida es una poderosa revelación como el Fuerte quien es la totalidad del Ser, realidad y existencia. Eres el Todopoderoso que tiene todo el poder y recursos para satisfacer todas las necesidades del hombre, y es por eso que hoy vengo a tu Presencia en busca de todo lo necesario para continuar en mi camino hacia la madurez, obedeciéndote sin condición y bajo la dirección permanente y perfecta de tu Espíritu Santo. Gracias mi Señor Jesús por tu ejemplo de esa búsqueda y el desarrollo de buenos hábitos que agradan al Padre Santo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.