miércoles, 21 de marzo de 2018

EL EJEMPLO

 

FILIPENSES 2:1-8 ¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo? ¿Existe algún consuelo en su amor? ¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu? ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito. No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios Divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. (NTV)

 

♥ Jesús, el ejemplo de servicio.

El Señor Jesús desafió las expectativas que tenía el mundo en cuanto al Mesías. Muchos judíos de aquel tiempo aguardaban la llegada de un rey poderoso que los liberaría de los romanos, estaban listos para servir y adorar esa clase de mesías. En cambio, el Salvador era un hombre humilde que no lo pensó dos veces para lavar unos pies sucios.

 

Aunque Jesucristo pudo haber borrado la presencia romana de la región, y luego ser glorificado como un gobernante terrenal, Él fue muy claro en cuanto a su razón para estar aquí: Vino a servir, no a ser servido (Mateo 20:28). De hecho, Pablo se refiere al Señor Jesús como un trabajador de la clase más baja, un esclavo. Este tipo de trabajador era responsable de las tareas más humildes de la casa, incluyendo el lavado de los pies. Cristo vino al mundo preparado para hacer el trabajo que fuera necesario, para llevar a los hombres a conocerle como Salvador. El Señor valora cada alma. Zaqueo, un despreciado cobrador de impuestos, recibió su atención y su amor, como también el fariseo Nicodemo y el joven rico (Lucas 19:1-10; 18:18-25; Juan 3:1-8). El Señor Jesús también pasaba tiempo con la gente del peldaño más bajo de la escala social, sanando a los enfermos y afligidos, y hablando con los niños.

 

La vida de un siervo no está enfocada en sí mismo, sino en Dios y su obra. La Biblia nos llama a servir al Padre Celestial, siguiendo las pisadas del Hijo. Los creyentes nunca deben referirse a Jesús como débil; pero los que van tras la definición de éxito que tiene el mundo, probablemente sí lo harían. 

♥ ¿Está usted preparado para aceptar la humilde posición de un siervo?

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY DISPUESTO Y DISPONIBLE PARA ASUMIR LA POSICIÓN DE SIERVO EN EL ÁREA Y AL NIVEL QUE DIOS ME QUIERA COLOCAR, CON LA ACTITUD CORRECTA Y SIGUIENDO EL EJEMPLO DE MI SEÑOR JESÚS, ES DECIR SIN CONDICIÓN Y CON TODO EL AMOR Y EL DENUEDO NECESARIOS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19:16). Señor Jesús, El Ebed, Siervo de Dios por excelencia, hoy vengo a tu Presencia clamando, suplicando desde lo más profundo de mi corazón, ayúdame, pues no quiero olvidar el alto nivel del llamado que me has hecho para el servicio en tu Reino. Gracias también por servirme, pero hoy vengo a pedirte que pongas en mi ese mismo espíritu de servicio a Ti y a tu pueblo; que pueda yo desarrollar las cualidades espirituales necesarias, pero principalmente estar siempre dispuesto y disponible para servir donde Tú quieras, como Tú quieras y a quien Tú quieras. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por el modelo de servicio que me has dado, has cumplido con creces todos los requisitos, he orado en tu Poderoso Nombre. Amén.


Juan Manuel Lamus O.