jueves, 5 de marzo de 2015

 

¿HOSTILES?

 

ROMANOS 1:21-25  Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. Afirmaban ser sabios pero se convirtieron en completos necios. Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles. Entonces Dios los abandonó para que hicieran todas las cosas vergonzosas que deseaban en su corazón. Como resultado, usaron sus cuerpos para hacerse cosas viles y degradantes entre sí. Cambiaron la verdad acerca de Dios por una mentira. Y así rindieron culto y sirvieron a las cosas que Dios creó pero no al Creador mismo, ¡Quien es digno de eterna alabanza! Amén. (N.T.V.)

 

©      De la convicción para el creyente y el hostil a la fe.

Algún día hablé con una mujer angustiada. Su padre estaba a las puertas de la muerte, y era indiferente con su familia y con Dios. No deseaba ningún contacto y se negaba a hablar de cualquier asunto espiritual. Pero Dios tiene el poder de alcanzar a quien sea, incluso a alguien hostil a la fe. ¡Pensemos en la conversión del apóstol Pablo! Pero la Biblia también enseña que al final el Señor entrega a las personas a la dureza de sus corazones (Salmo 81:11,12). Puede llegar un punto cuando Él ya no las atrae revelándoles su necesidad de un Salvador.

 

©      Pero la situación es diferente para los creyentes.

Cuando nosotros, por nuestra condición humana, seguimos en el pecado, el Espíritu Santo nos redarguye para que nos encarrilemos. En ese momento, podemos arrepentirnos humildemente y obedecerle, o ignorarlo y seguir pecando. Si persistimos en el error, nuestro Padre Celestial seguirá llamándonos hasta volver a Él. Pero el peligro es que nuestros corazones pueden volverse insensibles y, finalmente, podemos dejar de escuchar Su advertencia.

Afortunadamente, somos hijos de Dios, y Él nos ama demasiado como para dejarnos vivir en pecado. Aunque el castigo y la convicción nunca son agradables, Él sabe que la desobediencia nos provocará más infelicidad. El Señor es un Pastor que usa Su vara y Su cayado para llevarnos a pastos verdes (Salmo 23). En la vida se presentan tentaciones que prometen falsamente satisfacer nuestros deseos, es por eso que debemos permanecer en Él y ser obedientes, pues a la larga, vivir de acuerdo con Dios trae la alegría más grande.

 

CONFESIÓN DE FE:

PERMANECERÉ CONECTADO A CRISTO A TRAVÉS DE LA ORACIÓN Y SU PALABRA, Y ESTARÉ ATENTO PARA PODER OBEDECER CUANDO ME LLAME A CAMBIAR DE RUMBO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Chaiyim, Dios Viviente (Jeremías 10:10). Mi amado Señor, Tu El Fuerte estás vivo y eres el dador de vida, has creado la vida y todo lo que vive, y quieres dar vida eterna y abundante. Por eso hoy vengo a darte gracias y a decir como el salmista: el Señor es el único Dios verdadero. ¡Él es el Dios viviente y el Rey eterno! Estaré siempre conectado a Cristo y atento a sus instrucciones perfectas para mi vida, con la firme intención de obedecer dejando la hostilidad a la fe a un lado, y así darle un verdadero sentido a mi vida. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.