jueves, 1 de febrero de 2018

VENCEDORA

 

1 SAMUEL 17:36,37… 45-51 Lo he hecho con leones y con osos, y lo haré también con este filisteo pagano, ¡porque ha desafiado a los ejércitos del Dios viviente! ¡El mismo Señor que me rescató de las garras del león y del oso me rescatará de este filisteo! Así que Saúl por fin accedió: "Está bien, adelante. ¡Y que el Señor esté contigo!" … David le respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado. Hoy el Señor te conquistará, y yo te mataré y te cortaré la cabeza. Y luego daré los cadáveres de tus hombres a las aves y a los animales salvajes, ¡y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel! Todos los que están aquí reunidos sabrán que el Señor rescata a su pueblo, pero no con espada ni con lanza. ¡Esta es la batalla del Señor, y los entregará a ustedes en nuestras manos! Cuando Goliat se acercó para atacarlo, David fue corriendo para enfrentarse con él. Metió la mano en su bolsa de pastor, sacó una piedra, la lanzó con su honda y golpeó al filisteo en la frente. La piedra se le incrustó allí y Goliat se tambaleó y cayó de cara al suelo. Así David triunfó sobre el filisteo con solo una honda y una piedra, porque no tenía espada. Después David corrió y sacó de su vaina la espada de Goliat y la usó para matarlo y cortarle la cabeza. Cuando los filisteos vieron que su campeón estaba muerto, se dieron la vuelta y huyeron. (NTV)

 

♥ De la fe vencedora. (Leer 1 Samuel 17)

David, el joven pastor de ovejas, se enfrentó a Goliat, el gigante filisteo. Por confiar en el poder de Dios para salvarlo, David venció a su adversario. Nosotros, también, enfrentaremos pruebas más grandes que nosotros, pero el Señor quiere que tengamos una fe vencedora, al igual que la de David, y podamos triunfar. 

 

♥ ¿Cuáles son los componentes de tal fe?

1.   Una motivación piadosa. El deseo de David era defender a su pueblo y al Nombre de Dios. Nosotros debemos examinar nuestros motivos, para asegurarnos de que están centrados en Cristo, no en nosotros mismos.

2.   El reconocimiento del tipo de batalla. Para los creyentes, toda incidencia es un asunto espiritual. La lucha de David en el ámbito físico era contra Goliat, pero la verdadera batalla era espiritual (Efesios 6:12).

3.   El recuerdo de las victorias anteriores. La confianza de David no se basaba en lo que estaba sucediendo en ese momento, sino en la manera en que Dios lo ayudó al enfrentarse a leones y osos en el pasado. Imagínese una película que destaque todos los momentos en que Dios le proveyó a usted de fuerzas y resistencia. Véala una y otra vez hasta que esté listo para la pelea.

4.   El rechazo del mal consejo. David estaba seguro del propósito de Dios para él, por eso se negó a escuchar la acusación de su hermano acerca de sus supuestos motivos impuros. También rechazó la opinión del rey Saúl, de que era muy joven. Más bien, el joven pastor inclinó su oído para escuchar al Señor. 

 

♥ ¿Cuál "Goliat" tiene delante de usted? Recuerde que en Cristo podemos ser vencedores (1 Juan 5:4).

 

CONFESIÓN DE FE:

YO TENGO UNA FE VENCEDORA, GRACIAS A QUE EN CRISTO SOY MÁS QUE VENCEDOR, Y CON ELLA PUEDO VENCER CUALQUIER OBSTÁCULO QUE SE ME PRESENTE, POR MÁS QUE LO VEA O SEA MÁS GRANDE QUE YO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Nissi, Dios es mi Bandera (Éxodo 17:15). Mi amado Rey y Señor Jesús, Tú eres mi estandarte para la batalla y mi milagro asegurado, pues en medio de las batallas de la vida te puedo ver Alto y Levantado, entonces no hay ningún "Goliat" que me pueda vencer, y sé que, si mantengo mis ojos puestos en Ti, con una fe vencedora y te sigo con perseverancia y sin condiciones, seré milagrosamente victorioso. Por todo esto y mucho más quiero darte gracias hoy, Dios y Señor mío, porque sé que mi pasado, mi presente y mi futuro están en tus poderosas, misericordiosas y sabias manos, ¿en que otro mejor lugar podrían estar? He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.