viernes, 29 de mayo de 2015

ESPEREMOS

 

SALMO 27:11-14 Enséñame cómo vivir, oh Señor. Guíame por el camino correcto, porque mis enemigos me esperan. No permitas que caiga en sus manos. Pues me acusan de cosas que nunca hice; cada vez que respiran, me amenazan con violencia. Sin embargo, yo confío en que veré la bondad del Señor mientras estoy aquí, en la tierra de los vivientes. Espera con paciencia al Señor; sé valiente y esforzado; sí, espera al Señor con paciencia. (N.T.V.)

 

©      Debemos aprender a caminar en los valles de la espera.

La vida tiene montañas altas de triunfo y de deleite, pero también valles de impaciente espera, una impaciente espera porque no vemos las oraciones contestadas. En las montañas nos deleitamos mirando el paisaje y respirando el aire puro, pero en los valles de espera parece que no hay aire y no podemos ver los mismos paisajes que veíamos en las montañas, pero tanto las montañas como los valles son muy importantes. 

Esperemos el tiempo de Dios.

 

Hay tres cosas que debemos recordar con relación a los valles de la espera:

1.   En primer lugar, los valles de espera nos hacen dar grandes pasos en el crecimiento espiritual y el reconocimiento de la Gracia del Señor.

2.   En segundo lugar, cuando miramos hacia atrás, después de grandes esfuerzos, vemos con gratitud lo que hemos recibido del Señor.

3.   En último lugar, podremos recordar que los tiempos duros de espera proveen nuevos enfoques de la vida, y nuevas dimensiones de nuestra relación con el Señor.

 

Si hoy tenemos que caminar por un valle de espera o si es que ya lo estamos atravesando necesitamos comenzar a darle gracias al Señor por lo que está ocurriendo dentro de nosotros y a través de nosotros, como resultado de lo que nos está ocurriendo. Necesitamos tener la vista espiritual más clara para ver e interpretar el significado más profundo de los problemas que parecen estar rodeando nuestra vida y vivir plenamente los desafíos del presente confiando que el Señor, quién ha sido fiel en el pasado, nos guiará en medio del valle actual de la espera.

 

CONFESIÓN DE FE:

JAMÁS DEBERÉ SACRIFICAR LA MÁS PROFUNDA CONFIANZA QUE SE ADQUIERE EN EL VALLE DE LA ESPERA, POR UNA VIDA SUAVE Y LIBRE DE TURBACIÓN. CONFIARE PLENAMENTE Y ESPERARE EN EL SEÑOR JESÚS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Kol Basar, Dios de toda carne (Jeremías 32:27). Dios y Señor mío, se que Tú has creado a todos los seres sobre la tierra y demandas que nos conformemos a tus planes para nosotros, por eso hoy quiero darte gracias en medio del valle de la espera en el cual me encuentro, y quiero levantar mi mirada a Ti, porque sé que mi socorro viene de Ti, y quiero entender que las cosas que ahora estoy enfrentando han sido permitidas única y exclusivamente por Tu mano, para llevarme a un nuevo y más profundo desarrollo espiritual. Gracias Padre Celestial por Tu dirección y formación a través del modelo de vida de Tu hijo, mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.