viernes, 7 de octubre de 2016

¿POR QUÉ?

 

2 CORINTIOS 7:8-10 No lamento haberles enviado esa carta tan severa, aunque al principio sí me lamenté porque sé que les causó dolor durante un tiempo. Ahora me alegro de haberla enviado, no porque los haya lastimado, sino porque el dolor hizo que se arrepintieran y cambiaran su conducta. Fue la clase de tristeza que Dios quiere que su pueblo tenga, de modo que no les hicimos daño de ninguna manera. Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, a la cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual. (N.T.V.)


©  El porqué del verdadero arrepentimiento.

Porque deseamos ser más como Jesús, tomamos resoluciones, y tratamos de comportarnos de manera diferente. Sin embargo, a pesar de nuestros mejores esfuerzos para complacer a Dios, caemos de nuevo en los hábitos viejos.

Frustrados, podemos preguntarle: "¿Por qué no puedo cambiar?"

 

Es porque vencer las actitudes y las conductas pecaminosas, comienza con un arrepentimiento verdadero, lo cual contempla tres aspectos:

1. Convicción. El Espíritu Santo nos revelará las áreas en las que hemos pecado, y nos acusará de pecado. El arrepentimiento comienza con comprender en qué cosa nos hemos descarriado, reconocerlas y salir de la negación.

2. Contrición. La tristeza genuina surge del conocimiento de que hemos pecado contra Él. La infelicidad humana tiene su origen, con frecuencia, en ser sorprendidos haciendo lo malo. Otras veces, nos sentimos desdichados debido a dónde nos han llevado nuestras decisiones, o por la vergüenza de lo que dirán los demás. La contrición verdadera es seguida por la confesión humilde.

3. Compromiso de actuar. El arrepentimiento verdadero es total cuando nos comprometemos de todo corazón a apartarnos de nuestra vieja conducta, y procurar hacer lo bueno. Dios sabe que no viviremos perfectamente; lo que Él busca es un corazón rendido que quiera obedecerlo.

 

Pablo utilizó palabras fuertes cuando habló de apartarnos de la iniquidad:

"Hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal" (Colosenses 3:5 NVI).

©  ¿Está arrepentido de verdad, y comprometido a dejar ese pecado de forma permanente? El Espíritu Santo le dará el poder para cambiar.

 

CONFESIÓN DE FE:

DECIDO DEJAR MORIR LAS COSAS PECAMINOSAS Y TERRENALES QUE ACECHAN DENTRO DE MÍ, HACIENDO UN ACTO DE CONTRICIÓN Y ACTUANDO SOBRE LA CONVICCIÓN DE PECADO QUE EL ESPÍRITU SANTO ME HA REVELADO.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, Jehová Mekaddesh, Dios que Santifica (Ezequiel 37:28).  Mi Señor, Dios Todopoderoso, Tú eres santo, único, especial, singular; eres único y nadie ni nada como Tú. Yo sé, mi Señor, que la santidad viene de acercarse a Ti, y que mientras más nos acerquemos más santos seremos. En consecuencia, vengo hoy a tu Presencia convencido de pecado y en un acto de contrición, a pedirte perdón por mis pecados y malos hábitos, y a buscar fortaleza espiritual para lograr un verdadero arrepentimiento y de tu mano no volver a ellos. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amen.


Juan Manuel Lamus O.