martes, 6 de septiembre de 2016

PUENTES

 

MATEO 25:31-34 Cuando el Hijo del Hombre venga en su Gloria acompañado por todos los ángeles, entonces se sentará sobre su Trono Glorioso. Todas las naciones se reunirán en su Presencia, y Él separará a la gente como un pastor separa a las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: "Vengan, ustedes, que son benditos de mi Padre, hereden el Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo". (N.T.V.)


©  Construyendo puentes hacia el Reino de Dios.

La Biblia se refiere al "Reino de Dios" con frecuencia, pero muchas personas no tienen claro su significado.

 

Echemos un vistazo a este concepto en su:

1. Soberanía. Lo primero que debemos comprender es que el Reino de los cielos se refiere a todo bajo el control de Cristo. En el momento de la salvación, pasamos del reino de las tinieblas a la resplandeciente autoridad del Señor Jesús.

2. Eternidad. Como dice el pasaje que estudiamos hoy, el Reino y el reinado del Señor Jesucristo han sido dispuestos desde la fundación del mundo. Desde el comienzo Dios ha estado preparando a la humanidad para lo que está por venir. Una manera fue mediante el uso de los profetas para predecir cómo iba a redimir a la humanidad y a gobernar soberanamente sobre el Cielo y la Tierra.

3. Establecimiento. Después que Jesús vino y dio su vida, Él estableció el "actual" Reino. No se trata de un lugar geográfico, sino del lugar donde mora el Espíritu Santo de Dios para guiar, aconsejar y dar poder a los creyentes.

4. Futuro. Pero hay también un aspecto futuro del Reino que podemos esperar con emoción. Probablemente usted está familiarizado con las palabras "venga tu reino" del Padre nuestro (Lucas 11:2). Esto habla de cielos nuevos y tierra nueva, donde disfrutaremos de la libertad del dolor y el pecado. Allí, adoraremos al Señor Jesús con gozo y regocijo por toda la eternidad.

 

Como embajadores del Reino de Dios, quienes somos sus hijos tenemos la responsabilidad y el privilegio de compartir que por la muerte, la sepultura y la resurrección del Señor Jesús, toda persona que pone su fe en Él es perdonada del pecado, y tiene asegurada la vida eterna con Dios.

 

CONFESIÓN DE FE:

POR LA GRACIA DE DIOS Y LA FE EN SU PLAN DE SALVACIÓN A TRAVÉS DE LA FE EN JESUCRISTO, SE QUE PERTENEZCO AL REINO DE DIOS, ASÍ QUE A EL ME SOMETO Y PROCURARÉ CON DILIGENCIA PROMOVERLO EN MI ENTORNO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 17:14). Hoy quiero darte gracias Padre Celestial, por todo lo que has determinado para nosotros tus hijos, los que a través de la fe puesta en Jesucristo hemos sido llamados a ser parte de tu Reino, pues como dice tu Palabra todos los que estamos contigo somos llamados, elegidos y fieles. Gracias mi Rey y mi Señor por enseñarnos la verdad acerca de tu Reino y por la oportunidad que nos diste, con tu sacrificio en la cruz del calvario, de ser partícipes de los beneficios de pertenecer a él, y también la de crear puentes hacia él para nuestros semejantes. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.