viernes, 25 de mayo de 2018

RESURRECCIÓN

 

1 CORINTIOS 15:12-19 Pero díganme lo siguiente: dado que nosotros predicamos que Cristo se levantó de los muertos, ¿por qué algunos de ustedes dicen que no habrá resurrección de los muertos? Pues, si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo tampoco ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, entonces toda nuestra predicación es inútil, y la fe de ustedes también es inútil. Y nosotros, los apóstoles, estaríamos todos mintiendo acerca de Dios, porque hemos dicho que Dios levantó a Cristo de la tumba. Así que eso no puede ser cierto si no hay resurrección de los muertos; y si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo no ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, entonces la fe de ustedes es inútil, y todavía son culpables de sus pecados. En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos! Y si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo. (N.T.V.)

 

♥ ¿Y si no hay resurrección?

Una tarde fría de noviembre, estaba yo sentado con el ataúd de mi madre frente a mí. ¿Cuántas veces había yo estado en los cementerios, dando consuelo y la Palabra de Dios a quienes habían perdido a un ser querido? Pero esta era mi primera experiencia de estar al otro lado del ataúd. Mientras estaba allí, me vino de repente a la cabeza un pensamiento aterrador: ¡¿Y si no hay resurrección?! 

Deseché de inmediato esta idea, por mi fe y mi confianza en Cristo. Pero había durado el tiempo suficiente para mí, para sentir el desaliento y la desesperanza que produjo en mí tal idea. (Anónimo)

 

Para ayudarnos a valorar la victoria de Cristo sobre la muerte, consideremos: 

♥ ¿Qué habría pasado finalmente con la vida y la muerte sin la resurrección?

1. Primero que todo, Jesús estaría muerto todavía. Eso significa que nuestra fe en Él sería inútil y que nuestro mensaje al mundo sería una mentira. Y no solo eso, sino que el mismo Jesús sería un mentiroso, ya que afirmó que resucitaría de los muertos.

2. No habría perdón de los pecados, ninguna posibilidad de reconciliación con Dios y ninguna esperanza de un hogar eterno en el Cielo. 

3. Aun los creyentes que han muerto a lo largo de la historia habrían perecido eternamente y no tendríamos ninguna esperanza del reencuentro futuro con nuestros seres queridos. 

4.   Y, por último, el destino de todo el mundo después de la muerte sería el infierno.

 

Pero, gracias a Dios, ninguno de estos escenarios es cierto. Nuestro Salvador vive, nuestros pecados son perdonados, la muerte ha sido derrotada y los creyentes en Cristo tienen la seguridad de una eternidad en el Cielo. 

 

CONFESIÓN DE FE:

DESPUÉS DE CONSIDERAR LO ANGUSTIADO QUE ESTARÍA SIN LA RESURRECCIÓN, ME REGOCIJO AUN MÁS POR LA GRANDEZA DE MI SALVACIÓN Y EL HOGAR ETERNO QUE ME ESPERA EN EL CIELO, TODO GRACIAS A JESÚS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Yeshuati, Dios de mi Salvación (Isaías 12:2). Dios Misericordioso, Tú mismo eres la fuente de salvación y has querido salvar a toda la humanidad por medio del sacrificio de tu Hijo Jesús, pero más que eso nos has dado la oportunidad de la resurrección, por eso es que cada individuo debe personalmente conocerte como el "Dios de Mi Salvación". Gracias Padre Celestial porque hoy podemos regocijarnos en esta absoluta verdad, nuestro Salvador vive, nuestros pecados han sido perdonados, la muerte ha sido derrotada y tenemos la seguridad de una vida eterna y gloriosa al lado tuyo en el Cielo. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


 Juan Manuel Lamus O.