viernes, 18 de mayo de 2018

RESUCITADOS

 

1 CORINTIOS 15:20-23 Pero en realidad Cristo ha resucitado y fue el primero de todos los que serán resucitados de la muerte. Así como la muerte llegó a la humanidad por medio de un hombre, también por medio de un hombre llega la resurrección. Así como Adán trajo la muerte a todos, Cristo nos traerá vida a todos nosotros. Pero todos deben ser resucitados en cierto orden. Primero fue Cristo y luego, cuando Cristo regrese, serán resucitados también los que pertenecen a Él. (B.L.P.H.)

 

♥ Seremos resucitados por Cristo, porque Él ha resucitado

El Señor Jesús vive. Fue resucitado de los muertos y mora en el cielo, intercediendo por nosotros y preparando un hogar celestial eterno para los que en Él creemos. 

 

Porque Él resucitó, podemos tener la confianza de que:

1.   Nuestros pecados han sido perdonados. 

Jesús vino a este mundo para dar su vida en rescate por muchos (Mateo 20:28). Por su muerte en la cruz, la deuda por nuestros pecados ha sido pagada por completo. Somos un pueblo perdonado. (Colosenses 1:14)

2.   El Señor está activamente involucrado en nuestras vidas. 

Jesús hizo muchas promesas a sus seguidores de todas las generaciones. Prometió que los que permanecen en Él y hacen su voluntad, darán mucho fruto para el Reino de Dios, gozarán de bendiciones espirituales y tendrán la guía del Espíritu Santo, quien mora en nosotros y siempre está presente. (Mateo 5:1-12; Juan 15:5).

3.   Nuestras oraciones son escuchadas.

Jesús habló varias veces sobre el poder de la oración para los que creen; por eso, tenemos la seguridad de que nuestras peticiones serán escuchadas y respondidas. Si nuestras súplicas están de acuerdo con la voluntad del Señor, recibiremos lo que hayamos pedido. (1 Juan 5:14,15).

4.   Tenemos un hogar celestial eterno.

Jesús prometió que prepararía un lugar para nosotros en el Cielo y que volvería un día para llevarnos a nuestro hogar eterno. Luego viviremos con Él para siempre. Podemos enfrentar cada día confiados por conocer esta verdad. (Juan 14:1-3) 

 

Gracias a que el Señor ha hecho todo esto por nosotros, Él merece nuestra lealtad inquebrantable. Su vida y sus palabras deben servir de marco para nuestra visión del mundo, vencer el temor y la incertidumbre de la muerte, y estar seguros de nuestro futuro eterno al lado de Él en el Cielo. 

♥ Entonces podemos decir: ¡Sorbida es la muerte en victoria! (1 Corintios 15:54)

 

CONFESIÓN DE FE:

DEBEMOS MANTENERNOS FIRMES Y HONRAR A NUESTRO SALVADOR RESUCITADO, SIGUIÉNDOLE DE TODO CORAZÓN (1 CORINTIOS 15:58), QUIEN VENCIÓ LA MUERTE POR NOSOTROS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Olam, Dios Eterno (Génesis 21:33). Señor y Salvador Jesucristo, nuestro Supremo Redentor (Tito 2:14), el Resucitado eres Tú. Gracias quiero darte hoy, infinitas gracias, por tan grande beneficio que proveíste para nosotros, los que en Ti creemos y los que en Ti confiamos, al resucitar de los muertos y levantarnos a nosotros de la muerte espiritual en que nos encontrábamos, y en un futuro también de la física, y además darnos la seguridad de una vida eterna al lado tuyo, después de perdonar nuestros pecados, mostrar verdadero interés por nuestras vidas, escuchar nuestro clamor y prepararnos morada eterna en el Cielo al lado de nuestro Padre Celestial. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu resurrección y, de tu mano, la nuestra, estaré siempre firme a tu lado, esperando y amando tu segunda venida. Amén.


Juan Manuel Lamus O.