miércoles, 7 de septiembre de 2016

TRAGEDIA

 

LUCAS 12:15-21 Y luego dijo: "¡Tengan cuidado con toda clase de avaricia! La vida no se mide por cuánto tienen". Luego les contó una historia: "Un hombre rico tenía un campo fértil que producía buenas cosechas. Se dijo a sí mismo: "¿Qué debo hacer? No tengo lugar para almacenar todas mis cosechas". Entonces pensó: "Ya sé. Tiraré abajo mis graneros y construiré unos más grandes. Así tendré lugar suficiente para almacenar todo mi trigo y mis otros bienes.  Luego me pondré cómodo y me diré a mí mismo: 'Amigo mío, tienes almacenado para muchos años. ¡Relájate! ¡Come y bebe y diviértete!'".Pero Dios le dijo: "¡Necio! Vas a morir esta misma noche. ¿Y quién se quedará con todo aquello por lo que has trabajado?". Así es, el que almacena riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios es un necio". (N.T.V.)


©  La tragedia de una vida desperdiciada por necios, pues la muerte es inevitable.

Quizás usted conoció a alguien que murió de una manera inesperada y ha pensado en si esa vida cumplió el propósito.

 

La parábola que estudiamos hoy es una advertencia al respecto. Habla de un hombre que tuvo comodidades y riquezas, pero solamente durante su vida terrenal. La muerte le vino sin aviso y el hombre no pudo llevarse nada consigo. Dios lo llamó necio por haber vivido concentrado en él mismo. Aunque rico a los ojos del mundo, este hombre no tuvo ninguna relación con Dios, ni invirtió nada en el Reino de Cristo. Todos los tesoros que almacenó no le sirvieron de nada cuando murió. Y por no tener al Señor Jesús, estaría separado de Dios para siempre.

 

Cuando pienso en las decisiones de esta persona, me vienen a la mente dos preguntas en las que todos debemos reflexionar:

1. Si usted muriera hoy, ¿iría al cielo?

La salvación es un regalo para quienes ponen su fe en Jesús como el sacrificio aceptable por su pecado. Él es el único camino, de nada sirven las excusas ni aun la creencia sincera en otros "caminos". Jesús ha prometido que cuando un creyente muere, inmediatamente va a la presencia de Él (2 Corintios 5:6).

2. ¿Es el egoísmo lo que le motiva a acumular riquezas para sí mismo?

¿O su motivación es impulsar el Reino de Dios?


Como el hombre de esta parábola, no sabemos cuándo moriremos. Lo que sí sabemos es que la muerte es inevitable. Aunque la muerte es un tema desagradable, la eternidad es muy larga y digna de nuestra atención.

 

CONFESIÓN DE FE:

DEFINITIVAMENTE, ASEGURARSE DE LA SALVACIÓN Y DE INVERTIR EN EL REINO DE DIOS ES DE SABIOS, ASÍ LO HARÉ PARA QUE MI PASO POR LA TIERRA CUMPLA CON EL PROPÓSITO POR EL CUAL DIOS ME CREÓ Y NO SEA LA TRAGEDIA DE UNA VIDA DESPERDICIADA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Chaiyai, el Dios de mi Vida (Salmo 42:8). Mi Dios y mi Señor, Tú eres la fuente de toda vida, das vida, vida abundante, incluyendo la vida eterna. Por eso hoy quiero darte gracias, pero también hacerme hoy el propósito de invertir en tu Reino, acumular riquezas celestiales antes que terrenales, procurando de esta forma una vida con propósito acá en la tierra, pues realmente para eso me has creado, y así mi muerte sea solo la transición a esa vida eterna que me prometes al lado tuyo en la Gloria de Dios, y no una tragedia de una vida desperdiciada. He orado e el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.