lunes, 10 de diciembre de 2018

BERAKAH = BENDIGAN

 

1 PEDRO 3:8-12 En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, "el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal". (NVI)

 

Dios nos creó para ser de bendición, tú naciste para ser de bendición.

A veces pensamos en los grandes sueños que teníamos.  Anhelábamos servir a Dios, ayudar a los necesitados, en definitiva, queríamos cambiar el mundo o quizás aún tenemos estos sueños y fue Dios quien los puso en nuestros corazones. Pero el problema es que muchas veces la lógica nos condena, el sentido común nos atraviesa como una daga. Y este problema tiene la raíz en que nos desenfocamos en algún momento, quizás sin darnos cuenta, en vez de estar mirando a nuestro Todopoderoso Dios comenzamos a mirar a nuestro alrededor, y…

¿Qué es lo que vemos?

Lo que vemos es que no podemos, que tenemos muchas cosas que solucionar primero, que tenemos nuestro corazón roto, que no tenemos recursos o incluso pensamos que somos muy pecadores como para llevar luz a otro lugar. Sin embrago es claro que la Palabra de Dios nos llama a bendecir, pues somos muy bendecidos para eso. A veces somos mucho menos agradecidos de lo que somos bendecidos, así que hablemos bien de los demás, bendigamos, y démosles un toque también de bendición para que el favor y la unción que reposan sobre nosotros, solo gracias a Dios, sean transferidos por medio de esta acción ¡Berakah!

 

Yo te quiero decir que fuera de todas esas adversidades tu vida tiene sentido, hay mucha gente que está necesitando tu ayuda ahora mismo, así que no pierdan más tiempo…

¡Berakah, Bendigan! hoy es un día especial para hacerlo.

 

CONFESIÓN DE FE:

QUIZÁS YO NO PUEDA CAMBIAR MIS CIRCUNSTANCIAS, PERO SÍ PUEDO CAMBIAR LAS CIRCUNSTANCIAS DE ALGUIEN MÁS, BUSCARÉ LA FORMA DE BENDECIR A LOS NECESITADOS.

 

ORACIÓN:

Padre Santo y Misericordioso, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Mi Señor y Salvador Jesús, te amo y te necesito, bendíceme y bendice a mi familia, mi hogar, mis amigos y enemigos, resguarda mis bienes espirituales y materiales, mis sueños y proyectos, sé Tú mi abogado y ejerce tu sabiduría para defenderme de los problemas que padezco.  Padre Celestial, dame tu perdón si lastimé a alguien con dichos o con hechos y no supe mantener encendida la luz de la esperanza. Que sea yo de bendición a mis semejantes y procure en todo momento hablar bien de ellos, tanto en publico como en privado. Te pido que llegue hasta mí toda tu ternura y fortaleza para entender la realidad y seguir en el camino y así pueda yo ser de bendición para los demás. Gracias Dios mío por tu misericordia sin condición. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.

         

BERAKAH = BENDIGAN

 

1 PEDRO 3:8-12 En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, "el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal". (NVI)

 

Dios nos creó para ser de bendición, tú naciste para ser de bendición.

A veces pensamos en los grandes sueños que teníamos.  Anhelábamos servir a Dios, ayudar a los necesitados, en definitiva, queríamos cambiar el mundo o quizás aún tenemos estos sueños y fue Dios quien los puso en nuestros corazones. Pero el problema es que muchas veces la lógica nos condena, el sentido común nos atraviesa como una daga. Y este problema tiene la raíz en que nos desenfocamos en algún momento, quizás sin darnos cuenta, en vez de estar mirando a nuestro Todopoderoso Dios comenzamos a mirar a nuestro alrededor, y…

¿Qué es lo que vemos?

Lo que vemos es que no podemos, que tenemos muchas cosas que solucionar primero, que tenemos nuestro corazón roto, que no tenemos recursos o incluso pensamos que somos muy pecadores como para llevar luz a otro lugar. Sin embrago es claro que la Palabra de Dios nos llama a bendecir, pues somos muy bendecidos para eso. A veces somos mucho menos agradecidos de lo que somos bendecidos, así que hablemos bien de los demás, bendigamos, y démosles un toque también de bendición para que el favor y la unción que reposan sobre nosotros, solo gracias a Dios, sean transferidos por medio de esta acción ¡Berakah!

 

Yo te quiero decir que fuera de todas esas adversidades tu vida tiene sentido, hay mucha gente que está necesitando tu ayuda ahora mismo, así que no pierdan más tiempo…

¡Berakah, Bendigan! hoy es un día especial para hacerlo.

 

CONFESIÓN DE FE:

QUIZÁS YO NO PUEDA CAMBIAR MIS CIRCUNSTANCIAS, PERO SÍ PUEDO CAMBIAR LAS CIRCUNSTANCIAS DE ALGUIEN MÁS, BUSCARÉ LA FORMA DE BENDECIR A LOS NECESITADOS.

 

ORACIÓN:

Padre Santo y Misericordioso, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Mi Señor y Salvador Jesús, te amo y te necesito, bendíceme y bendice a mi familia, mi hogar, mis amigos y enemigos, resguarda mis bienes espirituales y materiales, mis sueños y proyectos, sé Tú mi abogado y ejerce tu sabiduría para defenderme de los problemas que padezco.  Padre Celestial, dame tu perdón si lastimé a alguien con dichos o con hechos y no supe mantener encendida la luz de la esperanza. Que sea yo de bendición a mis semejantes y procure en todo momento hablar bien de ellos, tanto en publico como en privado. Te pido que llegue hasta mí toda tu ternura y fortaleza para entender la realidad y seguir en el camino y así pueda yo ser de bendición para los demás. Gracias Dios mío por tu misericordia sin condición. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!

Juan Manuel Lamus O.