domingo, 20 de abril de 2014

¡DÍA DE TRIUNFO!

 

¡DÍA DE TRIUNFO!

 

2 CORINTIOS 4:14-18

Sabemos que Dios, quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará ante Sí mismo junto con ustedes. Todo esto es para beneficio de ustedes, y a medida que la gracia de Dios alcance a más y más personas, habrá abundante acción de gracias, y Dios recibirá más y más gloria. Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día. Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre. (N.T.V.)

 

©      Hoy es un día muy especial.

En todo el mundo, personas de todas las edades están asistiendo a la iglesia.

©      Pero la Pascua Florida es mucho más que ir a la iglesia.

Si hemos entendido verdaderamente lo que se logró en el Día de la Resurrección, seremos las personas más agradecidas y victoriosas que existan.

 

©      ¿Cómo lo sé?

Al observar a los discípulos de Cristo, los primeros testigos del milagro más asombroso de Jesús. Cuando ellos creyeron finalmente que Jesús estaba vivo, todo cambió: esos hombres llenos de dudas y descorazonados se transformaron en predicadores apasionados del evangelio.

 

©      ¿No le gustaría a usted vivir con esa misma confianza y determinación?

Puede hacerlo, al considerar lo que logró la resurrección de Cristo y permitir que esa realidad llegue a ser fundamental en todo lo que usted piense, diga y haga.

 

©      Comience reflexionando en tres verdades extraordinarias:

 

1.   Jesús está vivo y activo.

©      No solo en el cielo, sino también en nuestras vidas.

 

Está sentado a la diestra del Padre, nadie mejor que el Dios-hombre, que experimentó personalmente la debilidad humana, que conoce cada detalle de nuestras circunstancias, y que está presente en nuestro interior por medio de su Espíritu, para interceder por nosotros.

 

ROMANOS 8:34 Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros. (N.T.V.)

 

Su poder sobrenatural está siempre al alcance para transformar nuestro carácter, fortalecernos, darnos discernimiento, y guiarnos a hacer la voluntad de Dios.

 

ROMANOS 8:11 El Espíritu de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes; y así como Dios levantó a Cristo Jesús de los muertos, Él dará vida a sus cuerpos mortales mediante el mismo Espíritu, quien vive en ustedes. (N.T.V.)

 

2.   El Señor es absolutamente digno de confianza.

©      Puesto que Jesús venció la muerte, tal como lo anunció, podemos saber que todo lo demás que dijo también es verdad.

 

©      Y que todas las promesas de Dios son seguras.

Estas incluyen el convencimiento de que nuestros pecados han sido perdonados si ponemos la fe en el Señor Jesús como Salvador.

Al levantar a su Hijo de entre los muertos, Dios proclamó que el sacrificio de Cristo fue suficiente para pagar el castigo por nuestros pecados.

 

ROMANOS 6:22,23 Pero ahora han sido liberados del pecado, son siervos de Dios, han sido consagrados a Él y tienen como meta la vida eterna. Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don que Dios nos hace es la vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro. (B.L.P.H.)

 

3.   La muerte no es el final.

©      Por el contrario, es el comienzo de la vida como Dios quiso que fuera, libre del pecado y de todas sus consecuencias de sufrimiento, enfermedad y dolor.

 

La resurrección de Jesús garantiza que los creyentes también resucitaremos, y que recibiremos cuerpos nuevos, fuertes, perfectos y eternos. Además, tendremos el gozo de reencontrarnos con seres queridos en Cristo, y ver a nuestro Salvador cara a cara.

 

©      Cuando una persona entiende lo que logró la resurrección de Jesús, no tiene ninguna razón para permitir que las penas y las preocupaciones del mundo le lleven a la desesperanza.

 

ROMANOS 8:16-18 Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios. Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento. Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que Él nos revelará más adelante. (N.T.V.)

 

CONCLUSIÓN:

©      Por eso, invirtamos en nuestro futuro eterno, viviendo con la perspectiva de la resurrección, y sirviendo fielmente al Salvador resucitado, Jesucristo.

Charles F. Stanley

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad

 


Juan Manuel Lamus O.