martes, 11 de octubre de 2016

PODER Y FUEGO

 

HECHOS 1:8 Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. (R.V.A.'15)

2 TIMOTEO 1:6-8A Por esta razón, te vuelvo a recordar que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor. (R.V.A.'15)


©  El Espíritu Santo es el poder y el fuego del cristiano y de la iglesia para predicar el Evangelio de la Verdad, a Cristo como único Señor y Salvador.


1. ¿Estás lleno del Poder del Espíritu Santo?

Sin la presencia del Espíritu Santo el cristianismo pierde su vitalidad. La diferencia entre el cristianismo y las religiones del mundo es que los hijos de Dios tienen dentro de su ser la viva y fresca presencia del Espíritu Santo, gracias a que un día ellos recibieron a Cristo como su Salvador personal y lo reconocen como el Señor de sus vidas. La presencia de Dios viene a nuestras vidas en el momento mismo de la conversión para darnos las arras o la señal interior de que somos verdaderos hijos de Dios, pero allí no termina el obrar del Espíritu Santo. Posteriormente debemos buscar la llenura del Espíritu para que nuestra vida rebose de su Santa Presencia. Cuando hablamos del poder estamos hablando de la capacidad que Dios nos da, de lo Alto, para que podamos servirle con efectividad siendo testigos de Cristo en toda la Tierra. Todos los hijos de Dios necesitan el poder del Espíritu Santo para glorificar a Cristo, siempre glorifican a Cristo y lo exaltan como el Señor testificando de Él, predicándolo a toda persona en el mundo. (Marcos 16:15)

 

2.   ¿Cómo está el fuego en tu corazón?

Personas con fuego del Espíritu santo, son aquellas que marcan la diferencia, que tienen misericordia de su prójimo y tienen algo que dar, que están dispuestos a dar sus propias vidas por amor a Dios y a su pueblo. Una de nuestras responsabilidades más importantes como hijos de Dios es mantener el fuego encendido, por eso Pablo le dijo a Timoteo: "Timoteo es tu responsabilidad ocuparte por tu vida espiritual" (1 Timoteo 4:16 PAR). Debes saber que, si el fuego se está apagando en ti, nadie vendrá a encenderlo por ti, esa es tu tarea.

 

Jesús enfatizó que el bautismo con el Espíritu Santo no tendría lugar sino hasta que Él regresara al Padre. Él entró en la gloria para hacerse cargo de esa nueva tarea: bautizamos en el Espíritu Santo. Si la obra de cristo es bautizar con el Espíritu Santo, eso quiere decir que todo lo relacionado con Él y con el evangelio deberá caracterizarse por el poder y el fuego.

 

CONFESIÓN DE FE:

EL PODER Y EL FUEGO ARDERÁ EN MI PARA SER TESTIGO Y PREDICAR LA VERDAD DEL EVANGELIO. DIOS NO ME HA DADO UN ESPÍRITU DE COBARDÍA, NI DE DEBILIDAD, ÉL ME HA DADO PODER Y FUEGO PARA VENCER, PARA LEVANTARME Y PONERLE PASIÓN POR LAS ALMAS A MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Padre santo, Elohim Kavod, Dios de la Gloria (Hechos 7:2). Señor mío, asombroso Dios, hoy quiero darte gracias por el poder y el fuego de tu Espíritu Santo en mi vida, por ser quien me da las fuerzas para mantenerlo encendido. Señor Jesús, Glorioso Padre Celestial y Todopoderoso Espíritu Santo, hoy vengo a tu Presencia buscando la revelación definitiva de tu amor y tu misericordia, pues estoy cansado de vivir ese cristianismo débil y falto de poder y fuego. Te pido en este momento que tu Presencia me revista de fuerzas del Cielo, para dar testimonio con denuedo, es decir con esfuerzo y valentía, de todo lo que Tú has hecho y harás en mi vida. Gracias Espíritu Santo de Dios por tu Poder y fuego permanentes que has derramado sobre mí. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.