viernes, 16 de julio de 2021

¿COMPROMETIDOS?

 

DANIEL 3:14-18 Nabucodonosor les preguntó:

-      ¿Es cierto, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que ustedes se rehúsan a servir a mis dioses y a rendir culto a la estatua de oro que he levantado? Les daré una oportunidad más para inclinarse y rendir culto a la estatua que he hecho cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales. Sin embargo, si se niegan, serán inmediatamente arrojados al horno ardiente y entonces, ¿qué dios podrá rescatarlos de mi poder?

Sadrac, Mesac y Abed-nego contestaron:

-       Oh, Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted. Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su Majestad; pero, aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado. (NTV)

 

¿Estamos comprometidos con Dios y su obra, realmente y sin reservas?

Daniel vivía en una sociedad pagana cuyos valores eran contrarios a los de Dios. Pero, por su devoción al Señor y su intimidad con Él, el joven pudo oír la dirección Divina y mantener su celo espiritual. También lo motivaba la confianza de que Dios estaba en acción. Enfrentados a un futuro incierto, Daniel y sus amigos realizaban inteligentemente las tareas que les habían sido asignadas, y le confiaron al Padre su futuro (Daniel 1:17-20).

 

El Señor desea tener seguidores como ellos, a personas que:

1.     Se comprometan con Él y su obra sin reservas,

2.    Permitan que el Espíritu Santo les dé el poder de aceptar riesgos, y

3.    Acepten seguir a Dios a donde sea.

 

Daniel y sus amigos deseaban también dar un fuerte testimonio a los demás. A sus amigos se les dio la alternativa de adorar una imagen de oro o por el contrario ser lanzados dentro de un horno de fuego ardiendo. Su firme deseo de honrar a Dios y de dar un claro testimonio a quienes los observaban, los motivó a rechazar la adoración al ídolo. Si nuestro propósito es agradar a Dios, recibiremos el poder para obedecerle. Si nuestra tarea es desagradable o muy difícil, podemos flaquear, pero Dios utiliza entonces la presión para que sigamos adelante. Daniel no vaciló, pero Jonás sí. El inflexible acoso del Señor motivó a Jonás a volverse a Él y a aceptar testificarle a Nínive (Jonás 1:12; 3:1-3). Dios nos ha llamado a nosotros también a servirle sin reservas y a ser testigos ante quienes nos rodean.

 

Dios usa al Espíritu Santo, a las personas y a las circunstancias,

para empujarnos al lugar adonde Él quiere que vayamos

¡¡¡Pídale al Señor que le ayude a comprometerse del todo con Él y Su obra,

y para vivir de verdad esa promesa cada día!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

MI COMPROMISO CON DIOS Y SU OBRA ES PERMANENTE E INELUDIBLE, ESTARÉ SIEMPRE A SU SERVICIO A DONDE QUIERA QUE VAYA O EL ME ENVÍE, SERÉ SU TESTIGO FIEL Y FIDEDIGNO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Emunah, El Dios Fiel (Deuteronomio 32:4). Dios y Señor nuestro, Jesucristo, sé que eres completamente confiable, y por eso puedo confiar en Ti completamente, en esta vida y en el destino eterno. Estar siempre a tu lado y dispuesto para realizar el trabajo para el cual Tú me has llamado, testificar de Ti, servirle a tu pueblo, y por medio de esto honrarte y agradarte, es para mí una prioridad y el compromiso más importante en mi vida. Hoy clamo a Ti por ayuda para mantenerme en esta actitud, ser valiente y esforzado, y reflejar así a los demás el Cristo que mora en mí. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por tu fidelidad demostrada generosamente con tu compromiso incondicional en la Cruz del Calvario; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!

 

Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri