martes, 10 de enero de 2017

CON FE

 

MARCOS 11:20-24 A la mañana siguiente, al pasar junto a la higuera que Él había maldecido, los discípulos notaron que se había marchitado desde la raíz. Pedro recordó lo que Jesús había dicho al árbol el día anterior y exclamó: ¡Mira, Rabí! ¡La higuera que maldijiste se marchitó y murió! Entonces Jesús dijo a los discípulos:

-  Tengan fe en Dios. Les digo la verdad, ustedes pueden decir a esta montaña: "Levántate y échate al mar", y sucederá; pero deben creer de verdad que ocurrirá y no tener ninguna duda en el corazón. Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya. (N.T.V.)


©  Para orar e impactar, es de suma importancia hacerlo con fe.

Dado que la oración es una práctica común de los creyentes, es fácil con el tiempo caer en hábitos que dan como resultado una vida de oración sin fe, apática y vacía. En vez de tener una conversación dinámica llena de fe, con peticiones bien pensadas y un oído activo a la respuesta de Dios, nuestras oraciones pueden parecerse más a una lista de compras. La comunicación con el Señor es una parte muy vital de la vida cristiana, y por eso necesitamos examinar lo que estamos haciendo y como lo estamos diciendo.

 

Comience por hacerse las siguientes preguntas:

Ø  ¿Estoy orando con fe? ¿Qué tan efectivas son mis oraciones?

Ø  ¿Está Dios respondiendo mis oraciones, o parece que éstas nunca pasan del techo?

Ø  ¿Por quiénes estoy orando?

Ø  ¿Son la mayoría de mis peticiones por mí mismo, o por los demás?

Ø  ¿Qué le pido al Señor que haga, he mirado su Palabra para ver lo que Él quiere, o estoy tratando de que intervenga de acuerdo con mis planes y mis deseos?

Ø  ¿Cuándo oro, solamente en situaciones de emergencia o cuando necesito algo?

 

Si descubrió algún egoísmo en sus oraciones, no es el único. Muchos tenemos problemas para entrar a la presencia de Dios con nuestros ojos centrados en Él. La única manera para orar con impacto, es orar con fe y llenar nuestra mente con la Palabra, para saber así qué quiere hacer el Señor. Su vida de oración puede llegar a ser efectiva y dinámica si se acerca a Dios con un corazón limpio (Salmo 66:18), alinea sus peticiones con su voluntad (1 Juan 5:14) y cree firmemente que Él hará lo que dice (Marcos 11:24). Entonces podrá orar con absoluta confianza, sabiendo que Él escuchará y responderá sus peticiones.

 

CONFESIÓN DE FE:

PONDRÉ EN PRÁCTICA MI DEVOCIÓN A DIOS CAMINANDO POR "EL SENDERO DE LA FE", ES DECIR POR MEDIO DE LA ORACIÓN Y LA FE EN ACCIÓN; Y NO POR MEDIO DE ELEMENTOS QUE ME LLEVEN A LA VANA IDOLATRÍA.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, El Eloeh, Dios Fuerte, Poderoso y Prominente (Génesis 33:20). Gracias Padre Celestial por tu infinita misericordia y atención a todas mis necesidades, yo estoy seguro de Ti, de un Dios que todo lo sabe de antemano y conoce claramente mis necesidades, yo creo en tu infinita misericordia y capacidad para suplirlas de acuerdo a las riquezas en Cristo. Estoy amparado por tu amor y tu fortaleza, y todos esos atributos que hacen que mi oración sea con fe y centrada en tu voluntad para mi vida, y no en objetos o creencias erróneas que por temor me lleven a la idolatría. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por ser el consumador de mi fe. Amén.


Juan Manuel Lamus O.