¿CUÁL SEMILLA?
MATEO 7:24-27 Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo. (N.T.V.)
© De cómo recoger una buena cosecha, cuando la semilla que sembramos es la correcta, en fe y acción.
Dos semillas están juntas en la tierra sembrada, la primera dijo:
- Quiero crecer. Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en el suelo y que mis retoños rompan la corteza de la tierra que tengo arriba.
- Quiero desplegar mis tiernos brotes como banderas para anunciar la llegada de la primavera.
- Quiero sentir el calor del sol en mi cara y la bendición del rocío matinal en mis pétalos.
Y entonces creció.
La segunda semilla dijo:
- Tengo miedo. Si dejo que mis raíces vayan hacia abajo, no sé qué encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través del suelo duro por sobre mi puedo dañar mis delicados retoños.
- ¿Y si dejo que mis brotes se abran y una serpiente trata de comerlos?
- Además, si abriera mis pimpollos, tal vez un niño pequeño me arranque del suelo.
- No, me conviene esperar hasta que sea seguro.
Y entonces esperó. Un ave que andaba dando vueltas por el lugar en busca de comida, encontró a la semilla que esperaba y enseguida se la tragó.
© ¿Con cuál de estas dos semillas te identificas?
Por la mañana siembra tu semilla, y en la tarde no dejes reposar tu mano; trabaja, cree, confiesa y actúa; siembra y cosecharas.
CONFESIÓN DE FE:
EL QUE AL VIENTO OBSERVA, NO SEMBRARÁ, Y EL QUE MIRA A LAS NUBES, NO SEGARÁ (ECLESIASTÉS 11:4). PONDRÉ MI FE EN ACCIÓN CON LA SEGURIDAD DE QUE DIOS ME DA BUENA SEMILLA Y DE SU MANO SABRÉ COSECHARLA.
ORACIÓN:
Dios mío, El HaNeeman, Dios Fiel (Deuteronomio 7:9). Mi amado Rey y Señor, se que todo lo que dices y haces es 100% confiable, eres completamente confiable, y nos has dejado una Palabra que nos alienta y alimenta. En ella nos exhortas a ser esforzados y valientes, a no temer porque Tú estarás con nosotros siempre y en todo lugar, respaldándonos y llevándonos de tu mano; gracias quiero darte hoy pues mi siembra tiene asegurada la cosecha cuando pongo toda mi confianza y mi fe en Ti, por eso hoy me apropio de estas promesas, las creo, las confieso y me dispongo a actuar en consecuencia. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.