martes, 10 de abril de 2018

SÚPLICA

 

SALMO 6:3,4… 10Señor, apiádate de mí que estoy débil; fortaléceme, pues me siento sin fuerzas y estoy profundamente abatido. Señor, ¿hasta cuándo?… El Señor ha escuchado mi ruego, el Señor ha acogido mi súplica. (BLPH)

 

♥ La naturaleza de la "Oración de Súplica" es mucho más sentida del corazón que una oración de petición casual.

Los salmos contienen toda la gama de la oración: la queja, la súplica, la confesión, el agradecimiento, la alabanza y la adoración. La queja expresa un sufrimiento profundo; la súplica es el clamor de la fe de la persona que sufre. David, autor de numerosos salmos, pasó por el sufrimiento, la humillación, el abandono e incluso la traición. También sintió el dolor por haber pecado. No obstante, el sentimiento profundo de la Gracia Divina le permitió atravesar esos momentos de sufrimiento y abatimiento sin caer en la desesperación. Su oración era la súplica de la fe que puede decir: 

"¿Hasta cuándo?" (Vs.3), porque sabía que Dios intervendría.

 

Amados hermanos, ¿Clamamos a Dios? ¿Perseveramos en la oración cuando todo va bien, a fin de tener reserva de fuerzas espirituales para cuando vengan los días difíciles? Perseveremos en la oración y así podremos decir: 

♥ ¡El Señor oyó mi oración!

Podemos pasar por momentos de vergüenza y sufrimiento debido a nuestro mal comportamiento, y nos preguntamos: ¿Cómo puedo orar a ese Dios a quien tanto ofendí? Confiemos en su misericordia. El rey David dijo: 

"Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y Tú perdonaste la maldad de mi pecado. Por esto orará a ti todo santo…"(Salmo 32:5,6A RV60). 

Aquí vemos otro aspecto crucial de la oración de súplica, la necesidad de la fe en el Señor Jesucristo. Aquellos que pertenecen a Cristo también tenemos la morada del Espíritu Santo, el cual intercede en nuestro favor. Porque muchas veces no sabemos qué o cómo orar cuando nos acercamos a Dios, el Espíritu intercede y ora por nosotros, interpretando nuestras súplicas para que, cuando estamos abrumados por los afanes de la vida, Él venga junto a nosotros a ofrecer ayuda con nuestras oraciones de súplica, apoyándonos ante el Trono de la Gracia (Romanos 8:26).

 

CONFESIÓN DE FE:

CUANDO TODO PAREZCA SIN SALIDA, SERÉ CONSCIENTE DE QUE DIOS OYE MI CLAMOR, EL SUSPIRO DEL QUE ESPERA EN ÉL (SALMO 38:9). PERSEVERARÉ EN LA ORACIÓN Y ASÍ PODRÉ DECIR: ¡EL SEÑOR OYÓ MI SÚPLICA!

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, hoy vengo a tu Presencia con la seguridad de que Tú eres Dios lleno de Gracia para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos, y quien escucha nuestra súplica y actúa generosa y amorosamente para interceder, desde el Trono de la Gracia, para mitigar nuestro sufrimiento y dolor. Gracias quiero darte hoy mi Señor, por la seguridad que puedo tener en Ti, y en la ayuda del Espíritu Santo, cuando clamo y persevero en mi súplica para tener la reserva de fuerzas espirituales necesarias para enfrentar los momentos difíciles, entonces puedo decir: ¡El Señor oyó mi oración! He orado en el Poderosos Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.