domingo, 19 de octubre de 2014

EDIFICANDO UN ALTAR PARA DIOS

EDIFICANDO UN ALTAR PARA DIOS

 

GÉNESIS 8:20-22

Luego Noé construyó un altar al Señor y allí sacrificó como ofrendas quemadas los animales y las aves que habían sido aprobados para ese propósito.

Al Señor le agradó el aroma del sacrificio y se dijo a Sí mismo:

"Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa de los seres humanos, aun cuando todo lo que ellos piensen o imaginen se incline al mal desde su niñez. Nunca más volveré a destruir a todos los seres vivos. 

Mientras la tierra permanezca, habrá cultivos y cosechas, frío y calor, verano e invierno, día y noche". (N.T.V.)

 

©      El primer "Altar a Dios", fue edificado por Noé y toda la humanidad y la tierra recibió su recompensa.

©      Luego lo hizo Abram, en varios sitios:

 

GÉNESIS 12:7-9 Entonces el Señor se le apareció a Abram y le dijo:

-       "Daré esta tierra a tu descendencia.

Y Abram edificó allí un altar y lo dedicó al Señor, quien se le había aparecido. Después Abram viajó hacia el sur y estableció el campamento en la zona montañosa, situada entre Betel al occidente, y Hai al oriente. Allí edificó otro altar y lo dedicó al Señor, y adoró al Señor. Entonces Abram continuó viajando por tramos en dirección sur, hacia el Neguev. (N.T.V.)

 

©      La relación adecuada entre el ser humano y la Divinidad es la adoración.

Ø  Sabremos que hemos dado un paso significativo en nuestra vida de fe cuando nos encontremos con el hecho de que hemos aprendido a adorar a Dios.

©      Pero la adoración conlleva el reconocimiento:

Ø  De que Dios está en lo alto y nosotros estamos en lo bajo;

Ø  de que Dios es santo y nosotros pecadores;

Ø  de que Dios es inmensamente grande y sublime y que nosotros somos pequeños, casi insignificantes, un minúsculo grano en la inmensidad de la creación;

Ø  de que Dios es todo sabiduría y nosotros, la mayoría de las veces, necedad y vanidad.

Y ya sea por estas u otras razones estamos inhabilitados de adorar a Dios directamente; es como si necesitásemos de un medio o algo que nos permita presentarnos ante Dios para ofrecer tan siquiera un humilde y tosco tributo.

 

Jamás hombre alguno ha podido acercarse a Dios basado y amparado en su propia virtud, sino que, desde los inicios mismos de la historia humana, el que en verdad se ha acercado a Él, lo ha hecho apoyándose en una ofrenda por sus pecados, o un sacrificio sustitutivo a su favor, o en una promesa de perdón recibida de parte de Dios mismo.

 

©      Y en este acercarse a Dios por parte de los hombres de la antigüedad, un elemento pleno de significados es el altar:

Ø  Una especie de estructura sobre la que se ofrecían a Dios ofrendas, generalmente de animales sacrificados, como un acto de adoración. 

 

©      La vida de los patriarcas se caracterizó entre otras cosas por la continua edificación de altares al Señor:

Ø  Abraham, por ejemplo, edificó altares a Dios en Siquem, entre Betel y Hai, en Hebrón y en Moriah (Génesis 12:6-8; 13:18; 22:9).

Ø  Isaac, por su parte, edificó un altar al Señor en Beerseba (Génesis 26:25).

Ø  Jacob, edificó altares en Siquem y Bet-el (Génesis 33:20; 35:1-7).

 

Pero no solo los patriarcas edificaron altares al Señor:

Ø  Moisés edificó un altar en Refidin, antes de la construcción del tabernáculo y todo su mobiliario, cuando el pueblo de Israel obtuvo la victoria ante los amalecitas (Éxodo 17:15).

Una vez construido el Tabernáculo pensaríamos que ya nadie más edificaría altares al Señor, puesto que el Tabernáculo tenía un altar en permanente uso, pero no es así:

Ø  Josué edificó un altar en el monte Ebal (Josué 8:30-31).

Ø  Gedeón edificó un altar al Señor en Ofra (Jueces 6:24-26).

Ø  el rey David edificó un altar en la era de Arauna (2 Samuel 24: 18-25).

Ø  el profeta Elías edificó un altar al Señor en el monte Carmelo (1Re.18).

 

©      Consideremos algunas de las circunstancias y razones por las que aquellos hombres que nos precedieron edificaron un altar al Señor.

Veamos aquellos casos en que el altar fue construido al margen del sistema instituido en el pacto mosaico, es decir no por ley, sino espontáneamente edificados.

 

©      Podemos notar que los creyentes de la antigua era edificaron un altar para Dios en las siguientes circunstancias:

 

1.   Para adorar a Dios :

Es significativo que en esta oportunidad, que es la primera vez en la Biblia en que se hace mención de la edificación de un altar, el motivo principal del mismo sea, a mi modo de ver, la adoración. (Génesis 8:20-21)

2.   Al establecerse con cierta permanencia en algún lugar:

Como demarcando un sitio para invocar el Nombre de Dios además de reconocer su vulnerabilidad y necesidad de la bendición Divina. (Génesis 12:6-8; 13:18; 26:25)

3.   En cada sitio donde tuvo lugar un encuentro especial con Dios. 

(Génesis 28:18; 35:1,6-7,9-15).

4.   Para testificar de la victoria concedida por Dios. (Éxodo 17:15,16)

5.   Como instrumento de clamor a Dios en medio de una emergencia

(2 Samuel 24:18-25)

6.   Como señal:

Para levantar una señal visible que recordase una obra de Dios o perpetuase una concesión divina (Josué 4:1-3,5-7; 22:10,11; 26,27)

 

©      EDIFICANDO UN ALTAR PARA EL SEÑOR EN NUESTRAS VIDAS

 

Ø  Un altar es una señal o recordatorio de lo que Dios nos ha dicho, perdonado, prometido o entregado.

Ø  El altar no es el sacrificio o la ofrenda, pero nos permite presentar el sacrificio y la ofrenda con entendimiento y conciencia de lo que hacemos.

Ø  El altar hablaba constantemente de la relación del hombre con Dios, tuviese o no tuviese ofrenda sobre sí.

Ø  El altar de por sí ya era una señal que proclamaba poderosamente todo un mensaje de parte de Dios para las personas.

Ø  El altar era una forma de recordatorio para aquellos que estaban llamados a relacionarse con el Dios Eterno: recordaba constantemente que Dios se había manifestado a ellos, que les había dado Sus palabras, que en momentos especiales se reveló a ellos comprometiéndoles para con Él.

Ø  Era una especie de testimonio perenne de que Dios había venido manifestándose a ellos desde hacía tiempo con fiel y santo amor.

 

©      Hay momentos puntuales en nuestras vidas en los que Dios se manifiesta a nosotros de una forma especial.

Ø  En esos momentos Dios viene a nuestras vidas y nos da una palabra que nos confirma en sus caminos,

Ø  o nos regala una promesa específica para nuestra vida personal,

Ø  o se revela a nosotros para que le conozcamos de una manera como  hasta entonces no le conocíamos.

 

Esos encuentros con Dios no son cotidianos, no son cosas que suceden a menudo en nuestro caminar con Dios, casi me atrevería a decir que suceden pocas veces en la vida, pero cuando suceden, nos cambian profundamente.

 

©      Recordemos por ejemplo:

Ø  A Abraham y su llamado;

Ø  a Isaac en Beerseba;

Ø  a Jacob y su experiencia en Peniel;

Ø  a Salomón en Gabaón; y muchos otros. 

 

©      EL ALTAR CONMEMORATIVO

Aunque todos los días de nuestro caminar con el Señor deben ser días buenos y llenos de gratitud por la misericordia y el amor de Dios, hay momentos puntuales en los que:

Ø  Dios cambia la dirección de nuestra vida,

Ø  Dios trae una mayor luz de sus propósitos para con nosotros,

Ø  Somos invitados a entrar en una dimensión superior en nuestro caminar con Dios.

 

Esos encuentros debemos perpetuarlos en nuestra memoria e incorporarlos a nuestra vida a través de un altar conmemorativo. 

Ø  Un altar conmemorativo nos ayuda a mantenernos enfocados en lo que Dios ha hecho en el pasado y en lo que está haciendo hoy en nuestras vidas (Génesis 28:18-22);

Ø  Nos ayuda para que recibamos aliento en tiempos de dificultad y adversidad (Jacob en Mahanaim antes de encontrarse con Esaú, Génesis 32:9-12);

Ø  Nos ayuda para entender cómo todo obra para el cumplimiento de los propósitos de Dios en nuestra vida al contemplar el pasado, el presente y el futuro (Génesis 31:13)

 

©      Pero el altar habla, sobre todas las cosas, de "VICTIMAS Y SACRIFICIOS":

Ø  La palabra hebrea para altar significa "lugar de sacrificio" y está relacionada con otra que traduce "matar para el sacrificio".

Ø  La mayoría de las veces que se hace mención en las Escrituras del altar, se hace en conexión con un sacrificio sangriento. Dios mismo estableció las ordenanzas con relación a estos sacrificios, los cuales actuaban como un paliativo temporal mientras llegaba la solución definitiva para el pecado del hombre.

 

Todos los sacrificios que se presentaban sobre el altar, ese continuo derramar de la sangre de las víctimas, ese continuo holocausto que Dios había ordenado que se llevara a cabo al comenzar el día y al atardecer del mismo, todo ello presagiaba y señalaba hacia un altar mayor, y hacia una víctima más excelente; muchos altares fueron levantados por los hombres pero el mejor de todos los altares, el más elevado, el que habría de dejar a todos los demás en el olvido y hacer que caducaran por siempre, fue levantado y edificado por Dios mismo:

©      Fue edificado en las afueras de Jerusalén, establecido sobre una colina llamada "Monte Calvario", y coronado con una cruz de madera, donde el Cordero de Dios, cual perfecta víctima, y como ofrenda definitiva y eterna por el pecado de la humanidad, fue inmolado. 

 

El autor de la carta a los hebreos lo expresa con las siguientes palabras:

HEBREOS 10:1-18 N.T.V.

 

CONCLUSIÓN:

©      ¿Tenemos necesidad de demarcar un espacio para invocar el Nombre del Señor en nuestra vida cotidiana?

©      ¿Necesitamos reconocer nuestra vulnerabilidad y necesidad de Dios?

©      ¿Necesitamos aprender a cultivar una relación con Dios hasta hacer de ella el elemento de mayor importancia de nuestro vivir?

©      ¿Será útil para nosotros establecer pautas, señales, recordatorios de aquellas cosas que Dios nos ha enseñado y mostrado?

 

Entonces, necesitamos edificar un altar, o varios altares, para Dios en nuestras vidas.

Dios nos llama a edificar un altar para Él en nuestras vidas:

©      Es un llamado a invocar Su Nombre en la vida diaria, en nuestro lugar de permanencia (casa, sitio de trabajo, lugar de estudio).

©      Es un llamado a reconocer nuestra vulnerabilidad y necesidad de Su bendición.

©      Es un llamado a establecer señales que tengan un real significado para las decisiones que tomamos en nuestro diario andar.

©      Es un llamado a la fe, a la consagración, a reconocer Su santidad y la necesidad de que nosotros también lo seamos.

©      Es un llamado a la esperanza y a la adoración.

 

¡¡¡El primer altar que el hombre edificó fue levantado para adorar a Dios, y esa es  la principal razón por la que nosotros también debemos edificar un altar al Señor en nuestra vida diaria!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad

 

Juan Manuel Lamus O.