jueves, 4 de diciembre de 2014

EXPECTACIÓN

 

EXPECTACIÓN

 

1 SAMUEL 3:7-10 Samuel todavía no conocía al Señor, porque nunca antes había recibido un mensaje de Él. Así que el Señor lo llamó por tercera vez, y una vez más Samuel se levantó y fue a donde estaba Elí.

-       Aquí estoy. ¿Me llamó usted? En ese momento Elí se dio cuenta de que era el Señor quien llamaba al niño. Entonces le dijo a Samuel:

-       Ve y acuéstate de nuevo y, si alguien vuelve a llamarte, di: "Habla, Señor, que tu siervo escucha".

Así que Samuel volvió a su cama. Y el Señor vino y llamó igual que antes:

-       ¡Samuel! ¡Samuel! Y Samuel respondió:

-       Habla, que tu siervo escucha. (N.T.V.)

 

©      Escuchar con expectación, es decir: interés y propósito.

Ayer hablamos de escuchar la Palabra con atención. Ahora, pensemos en acercarnos a la Biblia con interés, propósito y oración.

 

Los cristianos estudian las Sagradas Escrituras no solo individual sino también colectivamente para saber más de Dios y sus caminos.

Pero detrás de este sencillo concepto hay un gran desafío:

1.   Expectación: Reunir conocimiento bíblico con expectación significa que creemos que el Señor nos hablará específicamente (Salmo 25:4).

2.   Propósito: Y hacerlo con propósito significa proponernos de corazón obedecer lo que escuchamos (Salmo 119:33).

 

Los sermones, los discipulados y los tiempos de recogimiento privados, vida devocional, son cosas que debemos esperar con expectación, es decir con interés y propósito. Dios usa todo esto para edificarnos, fortalecernos y consolarnos; escuchar al Señor atentamente realmente vale la pena, y la obediencia es la única respuesta adecuada a esta clase de atención personal. Acercarnos devotamente a la lectura de la Biblia prepara nuestros corazones para escuchar bien, e introduce una actitud de propósito y deseo vehemente. El pasaje que estudiamos hoy nos cuenta la historia del primer encuentro del joven Samuel con Dios. El sacerdote Elí le da al muchacho un valioso consejo: que cuando el Señor le llame, diga: "Habla, Jehová, que tu siervo escucha" (Vs.9). Diga en oración estas sencillas palabras con convicción antes de abrir su Biblia y escuchará a Dios más claramente. Si quiere ver cómo trabaja Dios en su vida, venga a la Biblia con una actitud devota, expectante y llena de propósito. El enlutado será consolado, el cansado tendrá fuerzas, quienes admitan su pecado se arrepentirán y conocerán la paz. Todos sentirán gozo.

 

CONFESIÓN DE FE:

PUEDO RECONOCER, SIN LUGAR A DUDAS, EL REGALO TAN GRANDE QUE ES LA PALABRA DE DIOS PARA MI VIDA, ASÍ QUE DIGO CON CONVICCIÓN: HABLA JEHOVÁ QUE TU SIERVO ESCUCHA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Elohim, El Señor Dios (Génesis 2:4). Señor Jesús, gracias por la poderosa revelación de Dios como el Fuerte, quien es la totalidad del Ser, realidad y existencia. Eres Dios Omnipotente que tiene todo el poder y recursos para satisfacer todas las necesidades de todos nosotros, los que en Ti creemos, en Ti confiamos y te escuchamos con expectación, es decir, con atención, interés y propósito. Hoy, mi amado Señor, quiero afinar mi oído y mi corazón para que puedan reconocer Tu Palabra y sus beneficios para mi vida y la de mi entorno. Gracias Espíritu Santo de Dios por ser ese que todavía hoy me habla para que yo sea fiel a Tu Palabra en acción, y firme en las convicciones que ella trae a mi vida. Amén.

 

Juan Manuel Lamus O.