martes, 30 de septiembre de 2014

LA CURA

 

LA CURA

 

2 CORINTIOS 4:7-10 Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos. Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos. Mediante el sufrimiento, nuestro cuerpo sigue participando de la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro cuerpo. (N.T.V.)

 

©      El quebrantamiento rompe una distorsión de Dios y cura la egocéntrica idolatría

A nadie le gusta ser afligido, pero no podemos ignorar sus beneficios para el crecimiento espiritual. El ser quebrantados nos da una perspectiva totalmente nueva en cuanto al plan del Señor para nuestra vida.

 

Es que disfrutar de un flujo constante de bendiciones distorsiona nuestro enfoque de Dios, dejándonos por lo general con la suposición de que Él existe para nuestro servicio:

Ø  Le pedimos al Señor salud, éxito y seguridad económica.

Ø  Le pedimos que bendiga nuestra familia y nuestras relaciones.

Ø  Le pedimos, le pedimos y le seguimos pidiendo.

Y la verdad es que la mayor parte del tiempo no estamos realmente hablando a Dios en absoluto. En nuestra mente, lo hemos reemplazado por un sirviente; le decimos lo que queremos y después lo enviamos a que nos lo consiga.

 

En todo esto, ¿quién es el centro de nuestras oraciones? Sin duda, no es Dios Todopoderoso, nuestro eterno Salvador y Creador del universo. No; somos nosotros quienes estamos en el centro de estas oraciones. Por consiguiente, el resultado final es la sutil creencia de que Dios existe para nuestro beneficio, algo muy distinto de la realidad de Su Divinidad. Esta distorsión rompe el corazón del Señor y nos aleja mucho de saber realmente quién es Él.

©      La cura para esta egocéntrica idolatría es el quebrantamiento.

Cuando Dios dice "No"; cuando quita; cuando maneja lo que tenemos, cuánto tenemos y cuánto tiempo lo tenemos, nos está ayudando a mantener nuestros ojos puestos en Él. No desprecie esos momentos, por el contrario, reconózcalos como la voz de su Padre Celestial llamándole de regreso a sus amorosos brazos.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL SEÑOR TIENE EL CONTROL PERFECTO DE MI VIDA, ASÍ QUE ME SOMETO A SUS DETERMINACIONES, ENTENDIENDO QUE EL QUEBRANTAMIENTO ES UNA BUENA HERRAMIENTA PARA CURAR MI EGOCÉNTRICA IDOLATRÍA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Mikarov, Dios que está cerca (Jeremías 23:23). Dios Omnipotente y Omnisciente eres Tu mi Señor, sabes y conoces todo lo que es bueno para mí y puedes llevarlo a cabo por tu infinito poder. Por tanto yo hoy quiero someterme a lo que Tu determines que es necesario para mi verdadero crecimiento espiritual, y si eso incluye el quebrantamiento pues bienvenido sea, ya que mi verdadera intención, que solo Tú la conoces verdaderamente, es ser totalmente curado de mi egocéntrica idolatría. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por estar cerca de mi e interesado en mi desarrollo espiritual y personal. Amén.


Juan Manuel Lamus O.