viernes, 1 de marzo de 2024

CAMBIO GRADUAL

 

2 CORINTIOS 3:16-18 (NTV) Cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la Gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a Él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.

 

A veces el cambio es gradual, y el cambiar la manera de pensar no es la excepción, por lo contrario, debemos trabajar de la mano del Espíritu Santo y permitir que por medio de su poder logremos el objetivo que Dios nos traza al respecto.

 

📖 Bien lo dice el pasaje que estudiamos hoy en el Vs.18 (TLA):

Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida; y gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a Él.

 

Se necesita más poder que solo fuerza de voluntad propia,

para cambiar la manera de pensar…

¡¡¡Se necesita el Poder del Espíritu Santo!!!

 

El fruto del Espíritu son las cualidades que Dios pone en nuestra vida cuando el Espíritu Santo mora en nosotros: "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza". (Gálatas 5:22-23 RVA'15)

☝🏼 Pero ¿Cómo produce Dios el fruto en su vida? No por fuerza de voluntad propia, usted podría salir y decir: "¡Voy a ser una persona más paciente!", pero eso no significa que vaya a funcionar. El Espíritu Santo tiene que hacerlo crecer en el interior. Usted puede tratar de decir: "Voy a ser más paciente. Voy a ser más cariñoso"; pero eso es como atar unas naranjas a un eucalipto y llamarlo naranjo. No funciona así. El fruto del Espíritu solo puede venir del interior, el Espíritu de Dios viviendo a través de uno.

Entonces la pregunta clave de hoy es ¿Cómo obra el Espíritu Santo en nuestra vida?

La respuesta es: ¡gradualmente! como lo indica Dios por medio del apóstol en el pasaje que estudiamos hoy. Cuando Dios quiere hacer un hongo, tarda seis horas. Cuando Dios quiere hacer un roble, tarda 60 años.

La pregunta es: ¿Quiere que su vida sea un hongo o un roble?

 

No recogió sus heridas, hábitos y complejos de la noche a la mañana. Las cosas que más queremos cambiar generalmente se desarrollaron en nosotros a lo largo de los años. Alguien se me acercó una vez y me dijo:

-       "Pastor, necesito que resuelva mi problema matrimonial".

Le pregunté:

-       ¿Cuánto tiempo hace que está casado?

-       "Quince años". Me contestó; entonces pregunté:

-       ¿Cuánto tiempo hace que tiene este problema?

-       "Diez años". Entonces le dije:

-       ¿Y quiere una respuesta de cinco segundos? ¡No va a pasar! Tiene que pelar esa cebolla una capa a la vez.

 

El Espíritu Santo obra dentro de nosotros para hacernos gradualmente más y más como Él.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE MI CARÁCTER ES LA SUMA TOTAL DE MIS COSTUMBRES Y HÁBITOS, ENTONCES ES MI RESPONSABILIDAD DESARROLLAR NUEVAS COSTUMBRES Y HÁBITOS QUE REFLEJEN LA OBRA DEL SEÑOR EN MÍ; POR ESO PERMITIRÉ QUE EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO ME AYUDE EN EL CAMBIO GRADUAL QUE NECESITO.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, El HaNeeman, el Dios Fiel (Deuteronomio 7:9). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, sé que todo lo que Tú dices y haces es 100% confiable y eres completamente confiable. Es por eso que hoy vengo a tu presencia a darte gracias por darnos al Espíritu Santo, no solo como la principal forma de comunión contigo y el paracleto que nos sostiene, sino también como la más poderosa herramienta que tenemos a la mano para generar cambios, tanto en nuestras costumbres, hábitos y circunstancias, como en la manera de pensar. Así que hoy clamo a Ti, para que me ayudes a ser perseverante y constante en la comunión con Él, pues yo quiero ser testigo de su poderosa mano actuando en consecuencia, ya que estoy plenamente confiado en que Tú quieres lo mejor para mí. He orado en tu Poderoso Nombre, Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri