martes, 12 de julio de 2016

CLAMAR

 

MATEO 14:29-31 Entonces Pedro lo llamó:

-  Señor, si realmente eres Tú, ordéname que vaya hacia Ti caminando sobre el agua.

-  Sí, ven, dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús, pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse.

-  ¡Sálvame, Señor! gritó. De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.

-  Tienes tan poca fe, le dijo Jesús. ¿Por qué dudaste de Mí? (N.T.V.)


©  De cómo clamar a Dios.

El teléfono suena y alguien le comunica que ha ocurrido una tragedia. Su corazón está tan afligido que siente que podría morirse.

©  ¿Qué hace usted?

Las malas noticias, el peligro y el sufrimiento hacen que busquemos ayuda. Como creyentes, debemos refugiarnos en el Dios Todopoderoso, que puede ayudarnos. En esos momentos, cuando somos golpeados por las circunstancias de la vida, debemos clamar a Él.

 

En la Biblia, clamar se refiere a hablar de manera audible y con gran emoción en cuanto a una necesidad urgente. Dios nos invita a utilizar esta forma de oración para comunicarle que necesitamos angustiosamente de su misericordia. Se necesita tener fe y humildad para dar a conocer lo que nos angustia. Clamar es, entonces, una manera como los hijos de Dios expresan la confianza en el poder del Señor y en su deseo de ayudar. Pero al clamar a Él con tal urgencia, debemos también dejar nuestro orgullo y cualquier actitud de autosuficiencia. La Palabra de Dios nos asegura que nuestro Padre Celestial escucha nuestro clamor y responde. En el Salmo 3:4, por ejemplo, David escribió: "Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo". Cuando clamamos en busca de ayuda en el nombre de Jesús, pedimos que su poder se haga presente en la situación. Si clamamos a Dios, Él puede eliminar el problema de inmediato, pero con frecuencia nos hace esperar y permite que continúen las circunstancias difíciles, con un propósito. Sin embargo, podemos contar con su consuelo y presencia, que nos permiten vivir con gozo y esperanza en sus planes perfectos para nuestra vida.

 

CONFESIÓN DE FE:

CLAMARÉ A DIOS EN LA URGENCIA Y LA TRIBULACIÓN CON FE, CON FUERTE VOZ Y SEGURO DE QUE ÉL PUEDE RESOLVER MIS PROBLEMAS O DARME EL CONSUELO Y LA ESPERANZA NECESARIOS HASTA OBTENER RESPUESTA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Isaías 9:6). Gracias mi amado Señor y Salvador, porque Tú estás siempre atento a mi clamor, y hoy clamo a Ti, a voz en cuello, porque quiero tener más fe, Señor Jesús, quiero creer cada día más en Ti, quiero ver claro lo que en este momento puede ser oscuridad. Dale un poco de luz a mi corazón y a mi mente para que pueda ver más allá de mis razonamientos y mis dudas, para que ellas no me hagan hundir en el mar de la desesperación, quiero tener los ojos puestos en Ti, por eso clamo, no quiero perder mi fe Señor, quiero creer en Ti cada día más. Gracias Padre Celestial por tu oído atento a mi clamor. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.