PASANDO
ECLESIASTÉS 5:18-20 Aun así, he notado al menos una cosa positiva. Es bueno que la gente coma, beba y disfrute del trabajo que hace bajo el sol durante el corto tiempo de vida que Dios le concedió, y que acepte su destino. También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas. Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios. A esas personas Dios las mantiene tan ocupadas en disfrutar de la vida que no pasan tiempo rumiando el pasado. (N.T.V.)
© No pasemos de largo sobre las oportunidades.
El problema que todos parece que tenemos, es que el tiempo nos pase de largo junto con las oportunidades. Antes de que tengamos la oportunidad de abrazarlas por un tiempo, la vida y las oportunidades se han ido.
Cuando vemos algo que nos gusta o queremos, esperamos que nos venga, pero nunca lo hace y entonces nos lamentamos porque nunca sabremos lo que hubiésemos podido tener. Pensamos que nos viene, pero en realidad se aleja flotando. El tiempo que pensamos que lo tenemos, en realidad no lo tenemos. No podemos esperar que las cosas pasen tan sólo porque las queremos. Si queremos algo, vayamos y obtengámoslo. No temamos arriesgarnos porque si no lo hacemos, no vamos a obtener lo que queríamos de todas maneras. Si lo intentamos, triunfaremos o fracasaremos. Si no lo intentamos, fracasaremos de todas maneras. Cuando lo intentamos, descubrimos si valía la pena y hay mayores probabilidades de obtenerlo más rápido. Si finalmente lo logramos y obtenemos lo que queremos, no abusemos de ello porque no estará allí para siempre y cuando se vaya, tan sólo nos quedarán memorias las cuales atesorar e historias que contar.
© No espere mucho y extienda la mano, porque muy cerca de ti está la oportunidad. Dios siempre te la da.
CONFESIÓN DE FE:
NO DEJARÉ PASAR EL TIEMPO Y LAS OPORTUNIDADES QUE DIOS ME PASA POR FRENTE DE MIS NARICES SIN APROVECHARLAS AL MÁXIMO, DE ESTA MANERA EVITARÉ LA QUEJA Y LEVANTARÉ MI ALABANZA A DIOS QUE ME PROVEE.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Jehová Jireh, Dios que Provee (Génesis 22:14). Dios mío y Señor mío, Adonai, Rey y Señor que todo lo ve y está consciente de nuestros problemas y necesidades eres Tú, y te has comprometido a proveer por las necesidades de tu pueblo, los que en Ti creemos y en Ti confiamos. Hoy vengo a darte gracias, mi Jesús, por todas las oportunidades que van pasando de tu mano por mi vida, pero también para pedirte perdón por aquellas que he dejado pasar sin siquiera voltear a verlas, pero hoy he decido que no las volveré a dejar pasar sin tenerlas en cuenta, pues si fue tu voluntad enviármelas, debo ser diligente y hacer lo necesario para ponerlas a trabajar por mi bien y el de mi entorno. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo, he orado en tu Poderoso Nombre. Amén.