martes, 28 de marzo de 2017

FIELES

 

SALMO 78:7,8 De modo que cada generación volviera a poner su esperanza en Dios y no olvidara sus gloriosos milagros, sino que obedeciera sus mandamientos. Entonces no serán obstinados, rebeldes e infieles como sus antepasados, quienes se negaron a entregar su corazón a Dios. (N.T.V.)


©  La fidelidad es una cualidad interior que se refleja en nuestra conducta exterior.

Nadie es realmente fiel si no vive como una persona fiel, sino piensa como una persona fiel, sino siente como una persona fiel. Algunos externamente parecen fieles, pero en su interior alojan resabios de infidelidad y rebeldía.

 

Esto puede pasar en una relación amorosa como también con Dios y con su iglesia. Nuestro concepto religioso de ir a la iglesia el domingo, que muchas veces se hace más para cumplir con nuestra conciencia que para agradar al Señor, hace que vivamos una doble vida para con Dios:

©  Infieles en la semana y fieles el domingo.

 

Esta clase de cristianismo licuado ha hecho que muchos busquen otras salidas espirituales en sectas y religiones falsas, pues lo que conocen del cristianismo es algo tedioso y aburrido. El cristiano que ha aprendido a caminar con fidelidad cada momento de su vida es igual dentro y fuera de la iglesia. Si uno mira los rostros de la gente dentro de una iglesia todos parecen muy santos, pero su realidad es la que hay en su corazón y lo que viven durante la semana. Dios no se agrada de los infieles espirituales, pues ellos son los que desacreditan el Evangelio de Jesucristo. Al diablo le encantan los cristianos infieles, pues ellos mismos con su vida y su indiferencia, testifican de un Dios al que no vale la pena serle fiel ni servirle. Es tiempo que nos demos cuenta que hemos sido rescatados de las garras del infierno no para desacreditar el glorioso Evangelio de Cristo, sino para demostrar su poder con nuestra clase de vida fiel y nuestro servicio. No basta con decir que soy fiel, es tiempo de demostrarlo en la oficina, en el barrio, en el hogar, en el estudio, en la iglesia y en mi mente.

©  Vale la pena ser fiel al Señor y servirle, pues Él ama, bendice, unge y promueve a los fieles.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE VALE LA PENA SER FIEL AL SEÑOR Y SERVIRLE, PUES ÉL SIEMPRE BENDICE Y PROMUEVE A LOS FIELES, POR ESTO DECIDO VIVIR CADA MOMENTO DE MI VIDA Y EN TODO LUGAR Y CIRCUNSTANCIA, EN FIDELIDAD PARA CON DIOS Y CON SU IGLESIA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El HaNeeman, El Dios Fiel (Deuteronomio 7:9). Señor Jesús, Tú eres completamente fiel, sé que puedo confiar plenamente en Ti en esta vida y en el destino eterno que nos has provisto, pues tu fidelidad está libre de mezquindad y ha pasado toda prueba. Por eso hoy vengo a tu Presencia a pedirte Señor, que hoy mismo quites de mí esa máscara religiosa que sólo hace opacar tu Presencia en mi vida y hace desacreditar tu glorioso Evangelio. Ayúdame a ser fiel, Dios mío, a mantenerme firme en las convicciones que Tú has traído a mi vida, a vivir los principios y valores que me has enseñado, de manera que siempre pueda glorificar tu Nombre con mi testimonio de fidelidad y servicio en tu Reino, el cual es un honor y un privilegio para mí. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por ser siempre fiel. Amén.


Juan Manuel Lamus O.