EL RESPETO
PROVERBIOS 6:20-23… 27,28 Hijo mío, obedece los mandatos de tu padre, y no descuides la instrucción de tu madre. Guarda siempre sus palabras en tu corazón; átalas alrededor de tu cuello. Cuando camines, su consejo te guiará. Cuando duermas, te protegerá. Cuando despiertes, te orientará. Pues su mandato es una lámpara y su instrucción es una luz; su disciplina correctiva es el camino que lleva a la vida…¿Acaso puede un hombre echarse fuego sobre las piernas sin quemarse la ropa? ¿Podrá caminar sobre carbones encendidos sin ampollarse los pies? (N.T.V.)
© El respeto por la autoridad no siempre es automático, por eso a veces podemos estar jugando con fuego.
La historia acerca de un nuevo entrenador de fútbol ilustra lo que quiero decir.
Un día, antes de la práctica, el entrenador colocó un letrero que decía:
"No pisar el césped". Alrededor de la mitad del equipo obedeció la orden, mientras que la otra mitad no lo hizo; el aviso no tenía sentido para ellos, ya que la práctica siempre se celebraba en ese campo. Más tarde, el entrenador explicó que había puesto a prueba a los jugadores para ver quiénes probablemente seguirían su plan de juego y quiénes no. Él aprendió mucho en esos pocos minutos.
El Señor nos enseñó específicamente a no ceder a los deseos de la carne. Al mismo tiempo que dice que el placer está asociado con la intimidad sexual, la Biblia también nos advierte claramente acerca de los peligros de ir más allá de los límites de la voluntad protectora de Dios. En el Sermón del monte, Jesús explicó con más detalle las enseñanzas del Antiguo Testamento, diciendo que no solo nuestras acciones sino aun la actitud del corazón, pueden transgredir los límites fijados por Dios (Mateo 5:28). Si usted se hace regularmente un "chequeo del corazón", eso le revelará cuál es su situación y le ayudará a mantenerse a salvo.
© Pregúntese: ¿Cuál es mi reacción a los límites fijados por Dios?, y recuerde después que son para su propio bien.
© ¿Pone usted a prueba los límites del Señor para ver qué tan fuertes son?
© ¿Cuestiona usted los preceptos de Dios antes de aceptarlos?
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE EL RESPETO AL PLAN DE DIOS ME BRINDA SEGURIDAD Y BENDICIÓN (DEUTERONOMIO 11:27). ASÍ QUE DEJARÉ DE LADO CUALQUIER RESISTENCIA, Y ME SOMETERÉ A ÉL SIN CONDICIÓN.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Marom Dios de las Alturas (Miqueas 6:6). Amado y respetado Señor, Tú eres el Dios Supremo en poder y posición y por eso mereces todo nuestro respeto, afecto y toda la exaltación. Gracias quiero darte hoy, mi Dios y mi Señor, por tus planes de bendición para mi vida, por la instrucción clara y diáfana que de Ti emana para que seamos cada día mejores personas, más bendecidos y respetuosos de Ti y de nuestros semejantes. Hoy quiero decidir someterme a tus preceptos, entender tus límites, los cuales he podido identificar como protectores de mi vida y no restrictivos de mi conducta, pues eres un Dios de amor que me das la oportunidad de obedecerte o no; pero yo si te obedeceré y puedo estar seguro de los buenos frutos que esto traerá a mi vida y la de mi entorno. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.