viernes, 16 de septiembre de 2016

REBELIÓN

 

1 SAMUEL 15:22,23 Pero Samuel respondió: ¿Qué es lo que más le agrada al Señor, tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros. La rebelión es tan pecaminosa como la hechicería, y la terquedad, tan mala como rendir culto a ídolos. Así que, por cuanto has rechazado el mandato del Señor, Él te ha rechazado como rey. (N.T.V.)


©  La obediencia a medias es desobediencia o rebelión. (Leer 1 Samuel 15:1-30)

Cuando Dios le llama a hacer algo específico, ¿cómo responde usted? La mayoría de nosotros no le levantaría el puño y le gritaría: "¡No voy a hacerlo!" En vez de eso, luchamos con la idea durante algún tiempo. A veces discutimos, diciéndole todas las razones de por qué no surtirá efecto el plan de Él. Otras veces, empezaremos a dudar de que escuchamos bien, y luego negaremos que incluso nos llamó. O podríamos reaccionar como Jonás, y simplemente correr en la otra dirección (Jonás 1:2,3).

 

Pero hay otra respuesta que muchas veces es tan sutil, que ni siquiera la reconocemos como desobediencia. Sustituir el plan de Dios por el nuestro es una manera de parecer obedientes, evitando así hacer lo que no nos gusta. Fue así como respondió Saúl a la orden del Señor. A sus ojos, reservarse algunos animales para ofrecerlos en sacrificio al Señor parecía una idea mejor que la de Dios. El pecado de Saúl nos parece evidente, pero con frecuencia no estamos conscientes de la manera como reaccionamos a sustituciones similares.

 

Quizás Dios le está llamando a servir de una forma particular, pero, por temor, decide servir en un área menos difícil. O tal vez dedica mucho tiempo a su trabajo, para que el Señor no note que está descuidando a su familia. A veces, hemos mezclado tanto nuestros planes con los de Él, que ya no somos capaces de ver la diferencia. Al ofrecer un "mejor" plan, estamos resistiendo callada y sutilmente el llamado de Dios de vivir plenamente dedicados a Él; esto es calificado por Dios como rebelión, porque la obediencia a medias es desobediencia.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE NO HAY MANERA DE QUE MI PLAN SEA MEJOR QUE EL QUE DIOS TIENE PARA MÍ; Y QUE QUIENES TRATAN DE ALTERARLO TIENEN VIDAS SIN PODER, ASÍ QUE NO ENTRARE EN REBELIÓN Y DESOBEDIENCIA AL SEÑOR.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Kurios, Soberano Rey y Señor (1 Timoteo 6:15). Dios y Señor mío, Tu eres Aquel que es Soberano sobre la vida y la creación, quien gobierna la vida de nosotros, tu pueblo escogido, y lo haces todo para nuestro bien. Hoy quiero darte gracias por ser el Señor de mi vida, porque sé que, estando sujeto, siendo obediente a tus preceptos y siguiendo tus planes para mi vida, seré bendecido con poder de lo alto, de manera que nada ni nadie pueda contra mí, y además pueda servirte con denuedo y responsabilidad. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.