lunes, 15 de febrero de 2021

DEVOTOS

 

HECHOS 12:1-5 Por ese tiempo, el rey Herodes Agripa comenzó a perseguir a algunos creyentes de la iglesia. Mandó matar a espada al apóstol Santiago (hermano de Juan). Cuando Herodes vio cuánto esto le agradó al pueblo judío, también arrestó a Pedro. (Eso sucedió durante la celebración de la Pascua). Después lo metió en la cárcel y lo puso bajo la vigilancia de cuatro escuadrones de cuatro soldados cada uno. Herodes tenía pensado llevar a Pedro a juicio público después de la Pascua. Pero, mientras Pedro estaba en la cárcel, la iglesia oraba fervientemente por él. La noche antes de ser sometido a juicio, Pedro dormía sujetado con dos cadenas entre dos soldados. Otros hacían guardia junto a la puerta de la prisión. (NTV)

 

De la importancia de ser cristianos verdaderamente devotos.

Estamos enfrentando una crisis de integridad. No solo la conducta de la Iglesia está siendo puesta en duda, sino también su carácter. Por veinte siglos, la Iglesia le ha dicho al mundo que admita sus pecados, se arrepienta y acepte el evangelio. Hoy, al finalizar el siglo 20 y comenzando el 21, el mundo le está diciendo a la Iglesia que enfrente su pecado y comience a ser "la verdadera Iglesia del Evangelio".

 

Hechos 10:1-4 (léalo), nos presenta la hermosa pintura del valor de la oración en la vida de un siervo. Sé que los cristianos y ministros hablamos continuamente de oración, pero lo clave ahora no es lo que hablamos sino lo que oramos. El pasaje que estudiamos hoy dice que en aquel tiempo Herodes echó mano a algunos de la Iglesia para maltratarlos, y mató a espada a Jacobo y tomó preso a Pedro y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Herodes en ese tiempo hizo cuatro cosas a los líderes de la Iglesia:

Los maltrató, mató a algunos, hizo preso a otros y a otros los expuso a la vergüenza pública.

En estos días el enemigo ha estado haciendo lo mismo con muchos siervos de Dios:

A algunos los ha maltratado, a otros les ha matado sentimientos, ilusiones y sueños, a otros los ha privado de libertad, algunos física o emocionalmente, y a otros los ha expuesto a la vergüenza pública.

 

Sin embargo, aunque en Hechos 12 los primeros cuatro versos presentan este panorama, el versículo 5 dice:

Pero, mientras Pedro estaba en la cárcel, la iglesia oraba fervientemente por él.

¡Gloria a Dios! Acá vemos una iglesia que hace oración sin cesar ante el maltrato, la muerte, la privación de libertad y la exposición a la vergüenza pública de sus líderes. El ambiente no era muy saludable, ya que el verso 6 dice que Pedro dormía entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel y se habían asignado 12 soldados para un hombre inerme como Pedro.

 

¿Por qué? Seguro estoy que Herodes sabía que Pedro era un hombre devoto. Herodes sabía que Pedro servía a un Dios vivo y poderoso. Herodes no había olvidado lo que había sucedido el día de la resurrección de Jesús y lo acontecido en el capítulo 5 de Hechos cuando Pedro fue liberado de la cárcel por un ángel.

 

La pérdida de una vida devocional profunda y consistente en el creyente de hoy

nos está llevando a una situación de crisis de integridad y honestidad

¡¡¡Volvamos a ser Verdaderos Cristianos Devotos!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

BUENA COSA ES CUANDO NUESTRO ENEMIGO ESTÁ CONSCIENTE DE QUE LOS CREYENTES EN DIOS TENEMOS BUENA VIDA DEVOCIONAL, ES DECIR QUE SOMOS DEVOTOS, ASÍ NO SE METE CONMIGO Y LE ES IMPOSIBLE MALTRATARME.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Gibor, Dios Todopoderoso (Isaías 9:6) Mi amado Señor Jesucristo, yo estoy consciente de que Tú eres Dios, un guerrero poderoso y la fuerza mayor en todo el universo, hoy te agradezco porque puedo invocarte en mi devoción y Tú me respondes. Mi Señor Jesús, Maestro de maestros, infinito en sabiduría, gracias por darme la oración y la Biblia como herramientas para una vida devocional plena en Ti. Sé que hoy tendré demandas fuertes de la vida y exigencias humanas que me pueden llevar al límite, pero hoy tomo la decisión de cada día estar en oración delante de Ti, de ser un hombre devoto. No quiero descuidar mi vida devocional porque será combustible permanente en mi relación contigo. Gracias Padre Celestial por estar atento a mi oración y súplica; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri