sábado, 8 de octubre de 2016

¡¡¡DIME SEÑOR!!!


Ø  Dime Señor, ¿por qué cuando no estoy contigo, los días son más tristes y melancólicos, cargados de nubes grises y sin un rayo de luz?


Ø Dime Señor, ¿por qué cuando me faltas Tú, me irrito con facilidad, no tengo consideración con los demás, y todos me parecen falsos y embusteros?


Ø  Dime Señor, ¿por qué cuando no estás a mi lado, el trabajo se me hace más pesado, los sufrimientos eternos, las noches de confusión interminables; y experimento insatisfacción, angustia y duda?


Ø  Dime Señor, ¿por qué cuando me ausento de tu Presencia, pierde sentido la vida y busco refugio a mi soledad en los vicios, en el aturdimiento, a pesar de que sólo encuentro sinsabores y tribulación?


© Dios Mío, si de Ti me viene la alegría, el deseo de amar y de vivir, concédeme estar siempre contigo. Amén

 

SALMO 84:10

Un solo día en tus atrios, ¡es mejor que mil en cualquier otro lugar!

Prefiero ser un portero en la casa de mi Dios que vivir la buena vida en la casa de los perversos. (N.T.V.)


©  LA JUSTICIA DIVINA


©  El Poder de Dios es Santo, cargado de amor ilimitado, infinito, sin límites, e inconmensurable.

Ø  La justicia de los hombres, no es la misma justicia que Dios imparte.

Ø  La justicia humana se basa en leyes, precisamente, creadas por el hombre.

Ø  Pero la Justicia de Dios se fundamenta en la bondad, y en la misericordia.


©  La justicia no es darle a cada quien lo que le corresponde, según la definición vigente hasta hoy y nacida en el Derecho Romano. 

Ø  Esta es una justicia que se funda y consagra en los principios, valores y cánones, siempre imperfectos de los seres humanos. 


©  La Justicia de Dios es darle a cada una de sus criaturas, no lo que le corresponde, sino lo que la bondad, la misericordia y el amor de Dios, decidan.

Ø Por ello, generalmente no existe conformidad entre nuestros actos y la Justicia que en definitiva recibiremos de Dios.

Ø Ello explica por qué la Palabra de nuestro Señor garantiza el perdón, la misericordia y la piedad de nuestro Padre Celestial.

Ø  En cambio, la justicia de la ciencia del derecho, involucra más un sistema de recompensas y castigos, que una verdadera justicia. 


© Gracias a la misericordia de Dios, siempre tendremos la oportunidad de arrepentirnos de nuestras malas acciones, hacer propósito de enmienda, y obtener el perdón de nuestras faltas.


©  Nunca digas: Me vengaré de ese daño, confía en el Señor, y Él actuará por ti, porque el que siembra maldad cosecha desgracias. 

 

¡¡¡Haz el bien a quienes te odian, y bendice a quienes te maldicen!!!

 

LAMENTACIONES 3:22,23

¡El fiel amor del Señor nunca se acaba! Sus misericordias jamás terminan.

Grande es su fidelidad; sus misericordias son nuevas cada mañana. (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.