jueves, 30 de octubre de 2014

S.S.

 

S.S.

 

SALMO 103:19-22 El Señor ha hecho de los cielos Su trono, desde allí gobierna todo. Alaben al Señor, ustedes los ángeles, ustedes los poderosos que llevan a cabo Sus planes, que están atentos a cada uno de Sus mandatos. ¡Sí, alaben al Señor, ejércitos de ángeles que le sirven y hacen Su voluntad! Alabe al Señor todo lo que Él ha creado, todo lo que hay en Su Reino. Que todo lo que soy, alabe al Señor. (N.T.V.)

 

©      S.S. = Seguridad de Salvación.

©      ¿Alguna vez se ha preguntado si es realmente salvo? Dios tiene el control.

Muchas personas luchan con esta pregunta, pero mi objetivo es que usted experimente esta seguridad.

 

Salvación es lo que sucede cuando Dios nos rescata de la culpa y del castigo por el pecado y entablamos una relación con Él. El Señor Jesús dijo que Él es el único camino al Padre (Juan 14:6); merecíamos la separación eterna de Dios por nuestro pecado, pero Cristo tomó nuestro castigo al morir en nuestro lugar. Cuando creemos en Él como Salvador y nos dedicamos a seguirle, somos salvos. La pregunta surge cuando el creyente peca y se pregunta si su relación con Dios está bien. Otros se preguntan si alguna vez entregaron realmente sus vidas a Él y creyeron, o si fue algo fingido.

 

Déjeme asegurarle esto, la Biblia es clara en cuanto a que:

1.   La salvación no depende de ninguna obra que hagamos (Efesios 2:8,9).

2.   Es el Espíritu Santo quien nos convence de nuestra necesidad (Juan 16:8).

3.   Nuestra redención es un regalo que Dios da a todos los que reconocen a Jesús como Señor y Salvador.

Una vez que somos salvos, no hay nada que pueda separarnos eternamente de Él, pues nuestro Padre celestial nos adopta, y aunque podamos decidir pecar y no tener comunión con Él, nuestra salvación es siempre segura.

 

©      ¿Lucha usted con la duda en cuanto a su salvación? No es el único.

Dios quiere que sus hijos tengan confianza en cuanto a esto, que somos salvos porque hemos reconocido a Jesucristo como nuestro único Señor y Salvador.

 

CONFESIÓN DE FE:

POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO, LOGRAMOS TENER EL DESEO Y EL ENTENDIMIENTO QUE HACEN POSIBLE NUESTRA REDENCIÓN. ENTONCES DIOS NOS SALVA, SOLAMENTE TENEMOS QUE ACEPTARLE Y OBEDECERLE.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (Isaías 12:2). Mi amado Señor Jesús, mi Salvador, yo sé y estoy totalmente convencido que la salvación está en una persona, en Ti Yeshua, no en un sistema de creencias o de buenas obras, pues la naturaleza y voluntad de Dios Padre es salvar lo que se había perdido. Por eso es que la salvación debe ser personal, y el Todopoderoso debe ser el Dios de mi salvación. Gracias quiero darte porque Tú me das esa seguridad de salvación, y nada ni nadie podrá arrebatármela, ni sacarme del hueco de Tu mano, donde estoy hoy y por la eternidad. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por Tu Santo Espíritu quien ha traído convicción de pecado y redención a mi vida. Amén.


Juan Manuel Lamus O.