jueves, 9 de marzo de 2023

FLUIR EN KOINONÍA

 

ECLESIASTÉS 4:9-12 Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas. Del mismo modo, si dos personas se recuestan juntas, pueden brindarse calor mutuamente; pero ¿cómo hace uno solo para entrar en calor? Alguien que está solo, puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son tres, porque una cuerda triple no se corta fácilmente. (NTV)

 

Del beneficio de fluir en koinonía, es decir de la importancia de trabajar en equipo para obtener los resultados que Dios quiere para las relaciones humanas.

 

¡¡¡Definitivamente dos son mejor que uno, e incluso tres; es decir que,

cuando una relación esta de la mano de Dios su potencia se intensifica

y con seguridad nada podrá vencerlos, dañarlos o separarlos!!!

 

☝🏼 Veamos el ejemplo tipificado en un río africano muy conocido por todos, el Nilo.

El Nilo Azul es un río de corriente muy rápida que obtiene mucha de su energía de las montañas por las que desciende, transporta hacia el lejano delta del Nilo mucha de la riqueza del suelo lodoso que atraviesa. Se junta con el Nilo Blanco, un río mucho más lento que atraviesa las llanuras. El Nilo Blanco es un río claro en comparación con el Azul. Una vez que se unen en el mismo lecho del río, que en este caso puede representar a Dios, mantienen sus rasgos distintivos por muchísimos kilómetros. Desde el aire, se pueden apreciar las aguas lodosas del Nilo Azul y las aguas claras del Nilo Blanco. Están separados, aunque unidos. No obstante, mientras más tiempo comparten el mismo lecho del río, es decir que fluyen en koinonía, más se entremezclan sus corrientes hasta que los dos ríos se convierten en un curso de agua potente y lleno de vida, llamado finalmente el Nilo.

 

Igualmente puede pasar en las relaciones como noviazgos, amistades, familiares, sociedades y especialmente en el matrimonio. Cuando los tiempos difíciles golpeen cualquier tipo de relación y surjan desacuerdos en ella, tomen la decisión de trabajar juntos antes que permitir que los hagan pedazos por lo que quizá sean situaciones temporales o diferenciales con solución. Decidan fluir juntos y de la mano de Dios; es decir fluir en koinonía.

 

No todo el tiempo ni todas las circunstancias en las relaciones interpersonales, son soleadas y perfectas, pero dos personas pueden compartir un paraguas si están bien juntas, así seguramente el agua no los anegara.

 

CONFESIÓN DE FE:

DECIDO TRABAJAR JUNTO CON MI PAREJA Y EN TODAS LAS RELACIONES INTERPERSONALES QUE TENGO DE UNA MANERA FLUIDA Y DE LA MANO DE DIOS, SEGURO VENCEREMOS CUANDO NOS DECIDAMOS A FLUIR EN KOINONÍA.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor Nuestro, El Kjesed, Dios de amor Fiel e Inagotable (Salmo 25:6). Mi amado Señor Jesús, modelo de amor y comportamiento en las relaciones con el prójimo eres Tú. Hoy quiero que sepas que te amo y te necesito, Tú sabes que estás en mi corazón, bendíceme y bendice a mi familia, mis hijos, mis hermanos, mi esposa y mi hogar, mi trabajo, mis discípulos, mis amigos y enemigos, porque de ellos también aprendí y también lo necesitan. Guarda mis bienes espirituales, mis sueños y proyectos, facilita mis asignaturas pendientes en cuanto a las relaciones. Señor Jesús sé mi abogado y ejerce tu poder para defenderme de los problemas que padezco o llegue a padecer. Gracias Padre Santo porque sé que de tu mano mis relaciones serán fructíferas y podremos vencer todo obstáculo al fluir en koinonía; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri