viernes, 30 de enero de 2015

 

PROSEGUIR

 

HECHOS 15:7-11 Después de una larga discusión, Pedro se puso de pie y les dijo: Hermanos míos, ustedes recuerdan que hace un tiempo Dios me eligió de entre ustedes para anunciarles la buena noticia de salvación a los que no son judíos, para que ellos crean. Dios conoce a todos los seres humanos, incluso lo que piensan, y acepta a los que no son judíos. Lo demostró al darles el Espíritu Santo a ellos, tal como nos lo había dado a nosotros. Dios no hizo distinción entre ellos y nosotros, pues les purificó el corazón cuando ellos creyeron. Entonces, ¿por qué están probando a Dios, agobiando a estos seguidores con una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados pudimos llevar? Al contrario, creemos que nosotros somos salvos por medio del generoso amor del Señor Jesús y que ellos también se salvarán así. (P.D.T.)

 

©      De la gracia para proseguir.

Como creyentes, atribuimos fácilmente nuestra salvación a la gracia de Dios, pero

©      ¿Qué significa para nosotros "esta gracia en la cual estamos firmes"?

(Romanos 5:2)

©      ¿Cómo funciona ella en la vida diaria, especialmente cuando pasamos por períodos de prueba o sufrimiento?

 

1.   La gracia del Señor libera su poder sobrenatural en nosotros para que podamos sobrellevar las dificultades de la vida y regocijarnos en lo que Él está haciendo en nosotros por medio de la adversidad.

2.   La gracia edifica nuestra confianza en el Señor Soberano. Nada luce irremediable cuando nos enfocamos en Él, en vez de hacerlo en nuestros problemas.

3.   Descubrimos la seguridad de la presencia sustentadora de Dios, ya que Él camina con nosotros en cada paso del camino.

4.   Porque hemos experimentado el amor que Dios nos tiene, somos capaces de sentir empatía y amor por los demás cuando enfrenten tiempos difíciles.

5.   En las pruebas, la gracia transforma nuestro carácter y ayuda a que otros puedan ver a Jesús reflejado en nosotros.

6.   Las dificultades son inevitables. Por eso, necesitamos una dosis diaria de la gracia de Dios, si queremos atravesar las pruebas con la confianza de que habrá una recompensa. Si confiamos en nuestras fuerzas, los obstáculos parecerán insuperables, dejándonos desanimados y prontos a renunciar.

Muchas veces, confiamos en Cristo para salvación, pero luego tratamos de vivir sin su ayuda. Si la gracia de Dios fue necesaria para salvarnos, también será necesaria para el resto de nuestra vida.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY SEGURO QUE SOLO MEDIANTE LA INYECCIÓN CONTINUA DEL PODER DE LA GRACIA DE DIOS, PODREMOS TENER UNA VIDA CRISTIANA VICTORIOSA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:310). Mi amado Rey y Señor, se que Tu naturaleza es de amabilidad, estás lleno de compasión y sentimiento por Tu pueblo y completamente libre de crueldad o mezquindad. Por eso hoy puedo decir que Tu, el Señor mi Dios eres Dios compasivo; y estoy seguro que no nos abandonarás, ni nos destruirás, ni te olvidarás nunca del pacto solemne que hiciste con nuestros antepasados. Por eso hoy te doy gracias, porque el Poder de Tu Gracia se perfecciona en mi debilidad, porque estas siempre dispuesto a proveerme la necesaria inyección de ella en mi vida para que yo tenga una vida cristiana en victoria. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por Tu Gracia que me da la fuerza suficiente y necesaria para proseguir. Amén.


Juan Manuel Lamus O.