miércoles, 28 de septiembre de 2016

TAREAS

 

ROMANOS 12:4-8 Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el Cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros. Dios, en su Gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas. Por lo tanto, si Dios te dio la capacidad de profetizar, habla con toda la fe que Dios te haya concedido. Si tu don es servir a otros, sírvelos bien. Si eres maestro, enseña bien. Si tu don consiste en animar a otros, anímalos. Si tu don es dar, hazlo con generosidad. Si Dios te ha dado la capacidad de liderar, toma la responsabilidad en serio. Y si tienes el don de mostrar bondad a otros, hazlo con gusto. (N.T.V.)


©  El trabajo del creyente es realizar las tareas que Dios le dio, poniendo en acción los dones con los que lo doto.

La definición de éxito según el mundo difiere mucho de la de Dios. Tomemos el papel de un pastor, por ejemplo. Sería fácil aceptar elogios en cuanto al crecimiento de la iglesia, ya que muchas personas equiparan la asistencia alta con la efectividad del ministro. Pero el Señor desea que lo obedezcamos con humildad. Ya sea que atraigamos a una multitud o no, el éxito se mide por la obediencia.

 

Esto es diferente para cada creyente. Algunos cristianos tienen tareas muy visibles, y por eso sus esfuerzos son públicos y evidentes. Otros sirven a Cristo de manera callada, menos perceptibles. Dios da dones a sus seguidores, adaptados a la tarea dispuesta para cada uno de ellos. El Espíritu Santo nos revela nuestro llamado y debemos dar nuestro mejor esfuerzo. Por supuesto, no importa cuál pueda ser la tarea, el resultado no tendrá ningún valor a menos que el Padre Celestial le infunda vida. Dios asigna la responsabilidad, da las capacidades y produce el crecimiento, es el Señor quien merece toda la gloria, nosotros simplemente somos bendecidos por ser parte de su plan.

 

La honra estará fuera de lugar, a menos que vaya directamente a Aquel que crea, santifica y sostiene. Dios le creó a usted para realizar tareas específicas que promuevan su Reino, entonces Él le dejará ver su poderosa mano en acción. Preste atención a su dirección, y alábelo por todo lo que Él hace, para que usted cumpla las tareas.

 

CONFESIÓN DE FE:

DEBEMOS ESTAR AGRADECIDOS POR CUALQUIER COSA QUE DIOS LLEVE A CABO POR MEDIO NUESTRO. AL DARLE A ÉL TODO EL CRÉDITO, NO TENDREMOS NUNCA QUE SENTIRNOS DERROTADOS. MÁS BIEN, TENEMOS LA CONFIANZA DE QUE ÉL LOGRARÁ SU BUEN PROPÓSITO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El HaKavod, Dios de Gloria (Salmo 29:3). Dios Omnipotente, Tú mismo eres hermoso y la fuente de toda belleza y creatividad, y es por eso que hoy vengo a darte gracias por todos los dones que, de acuerdo a esa sabiduría y creatividad, has dispuesto para dotar a los creyentes, a los que hacemos parte del Cuerpo de Cristo, para que podamos servir en tu Reino, y por tu Reino, con la efectividad que esperas. Gracias por hacerme parte de esta tarea, entonces me apropio de la promesa tuya de que me darás esfuerzo y valentía, y estarás conmigo adonde quiera que vaya a ejercer la labor (Josué 1:9). He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.