lunes, 9 de septiembre de 2019

GRACIA VS. OBRAS

 

SANTIAGO 1:16-18 Así que no se dejen engañar, mis amados hermanos. Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento. Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la palabra de verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión. (NTV)

 

Un Dios de gracia que nos bendice y no por nuestras obras.

La identidad del Señor es distorsionada con frecuencia por el mundo. Para los ojos incrédulos, Dios puede parecer un gobernante duro que se apresura a condenar cualquier desobediencia. De alguna manera, ese falso concepto ha contaminado también a nuestras iglesias. Hay creyentes que se acercan al Señor como si Él fuera un viejo tacaño que reparte amor, gracia y perdón por pedacitos.

 

En el momento de la salvación, recibimos todas las buenas dádivas de Dios:

Perdón, redención, justicia, un lugar en su familia, y mucho más.

Existe la idea equivocada entre algunos creyentes de que la gracia del Señor para con nosotros aumenta a medida que nuestra fe madura. Si fuera así, estaríamos ganando su bendición por medio de obras. Lo que sí es verdad es que el crecimiento espiritual amplía nuestra capacidad de reconocer y disfrutar de su gracia en nuestra vida. Es lamentable que tantas personas se sientan indignas de gozar de las bendiciones del Señor. Afortunadamente, no tenemos que merecer su bondad, porque ninguno de nosotros sería capaz de estar a la altura. De hecho, la Sagrada Escritura destaca el hecho de que Dios actúa teniendo en cuenta Su Gracia, no nuestras obras (Efesios 2:8,9). Piense en lo grande, ancho y profundo que es su amor; se preocupa por nosotros y nos colma de gracia porque Él quiere, no porque nos la ganemos.

 

En vez de míseros bocados de su Palabra y de su presencia el domingo, debemos devorar "comidas" completas cada día. Siga el consejo de los Salmos:

"Abre tu boca… Gustad, y ved que es bueno el Señor". (81:10; 34:8)

 

¡¡¡Dios actúa a nuestro favor teniendo en cuenta Su Gracia, no nuestras obras!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

TENGO LA SEGURIDAD QUE TODO LO BUENO QUE ME SUCEDE Y LLEGA A MI VIDA PROVIENE DE ÉL, DE LOS RECURSOS INAGOTABLES DE SU MARAVILLOSA GRACIA, SOY BENDECIDO ABUNDANTEMENTE POR ELLA Y NO POR MIS OBRAS.

 

ORACIÓN:

Padre Amoroso y Generoso, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Tu, mi amado Señor Jesucristo, eres un Dios Grande y Poderoso, se que tu naturaleza está llena de Gracia, para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos, pues eres un Padre bueno que tiene cuidado de nosotros tus hijos, y siempre estas atento a proveernos con dádivas maravillosas del cielo; tus bendiciones son permanentes y abundantes, por eso quiero darte gracias hoy de una manera especial, pues en mi vida te has manifestado día a día con prodigios, milagros y delicias que llenan mi ser de gozo y alegría. Gracias Adonai, Tu eres el Señor de señores y Rey de reyes, mí amado Señor y Salvador Jesucristo; gracias, Padre Celestial por tu Hijo amado Jesucristo, el mejor regalo de mi vida; y gracias, Espíritu Santo, por tu guía oportuna, dirección perfecta y consuelo permanente, otro gran beneficio de la Gracia de Dios. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.