martes, 25 de julio de 2023

BIBLIA & COMPORTAMIENTO

 

SANTIAGO 1:21,22 (NTV) Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la Palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma. No solo escuchen la Palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.

 

De la importancia de entender que Dios quiere que nuestras creencias y convicciones acerca de su Palabra, se conviertan en comportamiento.

 

Varias veces y diferentes personas me han preguntado cuál es la mejor traducción o versión de la Biblia. Mi respuesta es: ¡Cuando se traduce a su vida!

 

¡¡¡De esto se trata el verdadero estudio de la Biblia!!!

Si no estamos traduciendo la Palabra de Dios en nuestra vida,

no estamos estudiando ni practicando la Biblia de la manera que Dios quiso

 

Dios nos dio la Biblia para transformarnos, no simplemente para informarnos, entonces deberíamos tener un corazón más grande, no una cabeza más grande. En el pasaje que estudiamos hoy Dios, en otras palabras, nos da a entender que Él quiere que nuestras creencias se conviertan en comportamiento. Y de hecho Dios hace que su propósito para la Biblia sea aún más explícito en 2 Timoteo 3:16-17 NTV, ¿recuerdan?:

Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.

 

Entonces podemos entender que el propósito de la Biblia es más que solo mostrarnos lo que está mal en nuestras vidas o cómo debemos vivir. Dios nos dio su Palabra para transformar radicalmente nuestras vidas.

La Biblia se describe a sí misma de diferentes maneras. Por ejemplo:

☝🏼 Se llama a sí misma un martillo, una espada y un bisturí. Todas esas son herramientas diseñadas para hacer cambios radicales. Dios tiene la intención de que la Biblia cambie dramáticamente nuestra vida.

☝🏼 También describe la verdad de Dios como leche, agua, pan y carne. ¿Qué tienen en común todas esas cosas? Si no comemos y no bebemos regularmente, entonces moriremos. De la misma manera, nunca estuvimos destinados a vivir sin la Biblia. La Biblia es esencial para nuestras vidas porque nos da vida.

☝🏼 Llamamos a la Biblia "la Palabra de Dios", pero la Biblia también habla de Jesús como la Palabra de Dios. Juan 1:14 NTV dice:

Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.

 

La Biblia puede transformar su vida hoy, ¡pero tiene que abrirla y comenzar a leerla!

Cualquiera puede leer la Biblia, pero no la vida de todos será transformada cuando lo hagan. ¿Qué marca la diferencia?

 

Piense en esto:

¿Considera la Palabra de Dios esencial para su vida? ¿Por qué si o por qué no?

Jesús es la Palabra de Dios. ¿Cómo están conectados el estudio de la Biblia y la intimidad con Jesús?

¿Seguirás a Jesús hoy a través de Su palabra?

 

CONFESIÓN DE FE:

DIOS ME DIO LA PALABRA VIVA, EL SEÑOR JESÚS, PARA SER EL AUTOR Y CONSUMADOR DE MI FE, Y ME DIO LA PALABRA ESCRITA, LA BIBLIA, PARA PREPARARME PARA VIVIR ESA FE, ENTONCES CON DILIGENCIA Y CONSTANCIA LA ABRIRÉ, LA ESTUDIARÉ Y LA PRACTICARÉ.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, sé que tu naturaleza es de amabilidad y estás lleno de compasión y sentimiento por tu pueblo, por tus hijos, aquellos que en Ti creemos y en Ti confiamos, y estás completamente libre de crueldad o mezquindad. Por eso hoy vengo a tu presencia, no en busca de esa compasión aplicada sobre mi vida, sino para que la imprimas en mi corazón, de manera que sea yo un hacedor de tu Palabra y no tan solo un oidor; para que ella sea un factor determinante en la transformación de mi comportamiento y para que mis buenas intenciones pasen de la teoría a la práctica. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu Palabra, he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri